(Pienso, hablando legalmente, que hay una razón muy sólida para enjuiciar a todo presidente norteamericano desde la segunda guerra mundial. Todos han sido francos criminales o han estado involucrados en serios crímenes de guerra.) Chomsky

Friday, January 27, 2012

Pakistán: crece la indignación por la muerte de 24 soldados bajo fuego de la OTAN

Pakistán: crece la indignación por la muerte de 24 soldados bajo fuego 
de la OTAN
Estados Unidos no encuentra la manera de recomponer las relaciones con 
Pakistán, en teoría su aliado tradicional en el sur de Asia y socio principal
 en la lucha contra los talibanes. El bombardeo de dos destacamentos
 pakistaníes por fuerzas de la OTAN se ha cobrado la vida de 24 soldados 
y reabre las heridas mal cerradas de anteriores incidentes.
Redacción 28/11/2011
Las protestas antinorteamericanas se han multiplicado desde que el sábado
 por la mañana se conocía la muerte de los militares, supuestamente 
cuando dormían, en dos bases avanzadas en la frontera con Afganistán.



A pesar de que algunas informaciones apuntan a que las fuerzas 
de la OTAN
 atacaron al recibir fuego originado en dichas bases, fuentes pakistaníes 
niegan esta posibilidad y remarcan que no hubo enfrentamiento alguno,
 sino un ataque directo.

Responsables de la OTAN han pedido disculpas por el error sin 
poder aplacar, sin embargo, la indignación de los líderes pakistaníes ni de la población.

El incidente vuelve a poner de manifiesto la precaria situación de las 
relaciones entre Washington e Islamabad, sobre el papel, aliados en 
la lucha contra el extremismo de signo islamista.

Pero si el gobierno pakistaní intenta neutralizar a sus propios talibanes,
 socios de los afganos por proximidad y misma pertenencia étnica, 
con una doble estrategia de mano dura y negociación, los hachazos 
de Estados Unidos en las zonas fronterizas con Afganistán dejan en 
entredicho la solvencia de las fuerzas armadas pakistaníes, auténtica
 columna vertebral de este estado islámico.

La población ve cada día con más recelo la presencia de soldados
 estadounidenses al otro lado de la frontera y, sobre todo, rechaza
 las violaciones de soberanía que, en buena parte, suponen los 
bombardeos sobre territorio pakistaní aunque se lleven a cabo desde 
aviones no tripulados.

La muerte de numerosos civiles y incluso militares en dichas acciones 
han distanciado a Islamabad de Washington.
El momento más contradictorio en las relaciones entre ambos aliados se 
dio a raíz de la operación encubierta en la que Estados Unidos conseguía
 acabar con Osama Bin Laden, escondido bajo la identidad falsa de un
 ciudadano honrado más en un exclusivo barrio residencial de la ciudad
 pakistaní de Abbottabad.

No muy lejos de la residencia de los Bin Laden se encuentra una
 de las principales bases de formación de oficiales del ejército de Pakistán.

Resulta difícil de creer que nadie en Pakistán conociera el paradero de 
Bin Laden, por un lado, ni la decisión de Estados Unidos de ejecutarlo 
en una misión encubierta que suponía adentrar un destacamento de 
helicópteros cien kilómetros en el interior de territorio de Pakistán.

Es más fácil de entender la paradoja si se tiene en cuenta que hubo
 una época, cuando los muyahidines, lo talibanes, Pakistán y
 Estados Unidos estaban todos en el mismo bando y desde Peshawar
 de dirigía la insurgencia contra los soviéticos en Afganistán.

Ahí estaba Osama Bin Laden, cuando la CIA contaba con él y el dinero 
saudí para financiar dicha guerrilla todavía en clave de Guerra Fría.

Tras el 11S, del que este año se ha cumplido el décimo aniversario,
 los caminos de Pakistán y Estados Unidos han divergido, al provenir 
de la frontera afganopakistaní la amenaza islamista que derribó las 
Torres Gemelas y alcanzó al mismo Pentágono.

Desde entonces Pakistán intenta contener la amenaza islamista
 interior y colaborar con Estados Unidos sin que el rechazo popular 
a dicha cooperación acabe engrosando las filas de los fundamentalistas.

Los errores de la OTAN no facilitan la tarea de Islamabad, un poder 
civil siempre visto con desconfianza por amplios sectores del ejército.

No comments: