Hoy que se habla de Cuba, siempre Cuba, siempre Venezuela, siempre Bolivia... Tenemos a Colombia que con el beneplacito de su PADRE PADRONE, Los Usa, es intocada. Incluso el descaro llega a ser mayusculo cuando se presenta el GOBIERNO DE URIBE como el no va mas de un gobierno democratico. Y sobre todo como un ejemplo para Venezuela, para Cuba...
Realmente es cansado tener que desbrozar cada dia el grano de la paja. Lo cierto es que tampoco hay que dedicarle mas tiempo que el poco que ocupa un titular: Hay amigos, enemigos, estados fallidos, estados aliados, estados amigos, estados democraticos y estados saqueadores, invasores, criminales, y Estados poderosos que hacen y deshacen segun el antojo de los inversores y de los especuladores.
Es cansado, fatigoso, señalar la muerte.
hojas abiertas artefactos de tinta bombas de rabia gritos pintados con la ternura de los ojos estampados en la cara oculta del espectacular progreso lunas partidas para desnudar la mercaduria tiznada por las manos rotas añicos y astillas del dolor y restos intactos de la abundancia que nos idiotiza hasta matarnos de hambre.
Paginas
xuntos
(Pienso, hablando legalmente, que hay una razón muy sólida para enjuiciar a todo presidente norteamericano desde la segunda guerra mundial. Todos han sido francos criminales o han estado involucrados en serios crímenes de guerra.) Chomsky
Saturday, February 27, 2010
Alvaro Uribe Velez Narco Paramilitar. Su Pasado y Presente.
De los piratas somalies y de nuestra codicia cruenta.
Dibujo de DARIUSH RADPUR
SOMALIA
SOMALIA: NOS MIENTEN SOBRE LOS PIRATAS
Johann Hari
¿Quién podría imaginar que en 2009, los gobiernos del mundo declararían una nueva guerra a los Piratas? Mientras está leyendo esto, la Marina británica – apoyada por los buques de más de dos docenas de naciones, desde los Estados Unidos hasta China – se está internando en aguas de Somalia para perseguir a hombres que todavía vemos como villanos de circo con un loro en el hombro. Pronto estarán luchando contra buques somalíes y hasta persiguiendo a los piratas en tierras de Somalia, uno de los países más rotos de la tierra. Pero detrás de la extravagancia de este cuento, hay un escándalo por contar. La gente que nuestros gobiernos etiquetan como “una de las grandes amenazas de nuestros tiempos” tiene una historia extraordinaria que contar – y algo de justicia de su parte.
Los piratas nunca han sido exactamente lo que creemos que son. En la “edad dorada de la piratería” – desde 1650 hasta 1730 – la idea del pirata como el ladrón salvaje e insensato que perdura hasta nuestros días fue creada por el gobierno británico en un gran esfuerzo propagandístico. Mucha gente corriente creyó que esto era falso: con frecuencia la muchedumbre les rescataba de la horca. ¿Por qué? ¿Qué vieron entonces que nosotros no vemos ahora? En su libro Villains of all nations (Villanos de todas las naciones), el historiador Marcus Rediker escudriña las pruebas para averiguarlo. Entonces, si te alistabas en la Marina Mercante o en la Marina británica – reclutado en los muelles de Londres, joven y hambriento – terminabas en un infierno flotante de madera. Trabajas a todas horas en un buque angosto y medio muerto de hambre, y si remoloneabas algo, el todo poderoso capitán te azotaba. Si remoloneabas constantemente, te podrían tirar por la borda. Y después de meses o años soportando esto, a veces te timaban en la paga.
Los piratas fueron los primeros en rebelarse contra este mundo. Se amotinaron contra sus capitanes tiránicos – y crearon un modo distinto de trabajar en la mar. Una vez tomado un buque, los piratas elegían a su capitán, y tomaban todas sus decisiones colectivamente. Compartían el botín, lo que describe Rediker como “uno de los planes más igualitarios del siglo dieciocho para aprovechar los recursos disponibles”. Hasta acogían a esclavos africanos y convivían con ellos como iguales. Los piratas demostraron “de forma bastante clara y subversiva – que no hacía falta llevar el buque en la manera opresiva y brutal que lo hacían la Marina Mercante y la Marina británica”. Es por esto que eran populares, a pesar de ser ladrones improductivos.
Las palabras de un pirata de esa edad perdida – un joven británico llamado William Scott – deberían tener eco en esta nueva edad de piratería. Justo antes de que lo ahorcaran en Charleston, Carolina del Sur, dijo: “Lo que hice fue para no perecer. Fui obligado a hacerme pirata para sobrevivir”. En 1991, cayó el gobierno de Somalia, situado en el Cuerno de África. Sus nueve millones de habitantes han estado al borde de morirse de hambre desde entonces – y muchas de las fuerzas más feas del mundo occidental han visto esto como una estupenda oportunidad para robar las provisiones de comida del país y verter nuestros residuos nucleares en sus mares.
Sí: residuos nucleares. En cuanto desapareció el gobierno, llegaban misteriosamente buques europeos a la costa de Somalia, vertiendo enormes barriles en el océano. La población de la costa empezaba a enfermar. Al principio, padecieron extrañas erupciones, nausea, y nacieron niños malformados. Entonces, después del tsunami de 2005, cientos de estos barriles vertidos y con fugas terminaron en la orilla. La gente empezó a enfermar de la radiación, y más de 300 personas murieron. Ahmedou Ould-Abdallah, el enviado de Naciones Unidas a Somalia, declara: “Alguien está vertiendo material nuclear aquí. También hay plomo, y materiales pesados, tales como cadmio y mercurio – o sea, de todo.” Se puede seguir su rastro hasta los hospitales y las fábricas europeos, y se entrega a la mafia italiana para que ésta se deshaga de ello de la manera menos costosa. Cuando pregunté a Ould-Abdallah qué hacían los gobiernos italianos para combatir esto, dijo con un suspiro: “Nada. Ni se ha limpiado, ni ha habido compensación ni prevención.”
Al mismo tiempo, otros buques europeos han estado saqueando los mares de Somalia de su mayor recurso: el marisco. Hemos destruido nuestras propias existencias de pesca por sobreexplotación – y ahora queremos las suyas. Enormes palangreros roban cada año más de 300 millones de dólares en atún, gambas, langosta, etc. al internarse ilegalmente en los mares no protegidos de Somalia. Los pescadores locales han perdido de buenas a primeras su sustento, y se están muriendo de hambre. Mohammed Hussein, un pescador de la ciudad de Marka, a 100 kilómetros de Mogadishu, declaró a Reuters: “Si no se hace nada, pronto no quedará pesca en las aguas de nuestra costa”.
Éste es el contexto en el que han surgido los hombres que nosotros llamamos “piratas”. Todo el mundo está de acuerdo en que eran pescadores corrientes somalíes que primero intentaron disuadir con lanchas veloces a los que vertían residuos desde los palangreros o por lo menos cobrarles un tributo. Se llaman a si mismos los Guardacostas Voluntarios de Somalia – y no es difícil entender por qué. En el transcurso de una entrevista telefónica surrealista, uno de los dirigentes piratas, Sugule Ali, dijo que su propósito era “parar la pesca ilegal y vertidos en nuestras aguas... No nos consideramos bandidos de los mares. Los bandidos son aquellos que pescan, vierten residuos y llevan armas en nuestros mares.” William Scott habría entendido estas palabras.
No, esto no justifica la toma de rehenes, y sí, algunos son evidentemente gángsteres – especialmente aquellos que han retenido los suministros del Programa Mundial de Alimentos. Pero los “piratas” tienen el apoyo abrumador de la población local por algo. El sitio web de noticias independiente somalí WardherNews encuestó a la población local sobre su opinión del tema – un 70 por ciento “apoyó la piratería como forma de defensa nacional de las aguas territoriales del país”. Durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, George Washington y los padres fundadores pagaron a piratas para proteger las aguas territoriales de su país porque no tenían marina ni guardacostas propios. La mayoría de los estadounidenses los apoyaron. ¿Es esto tan diferente?
¿Esperábamos que los somalíes hambrientos nos mirasen pasivamente desde sus playas o mares en medio de nuestros residuos nucleares mientras robábamos sus peces para comerlos en los restaurantes de Londres, París y Roma? No actuamos cuando se cometían estos crímenes - pero cuando algunos pescadores respondieron interrumpiendo el pasillo de tránsito del 20 por ciento del suministro de petróleo mundial, empezamos a gritar sobre la “maldad”. Si de verdad queremos ocuparnos de la piratería, necesitamos erradicar su causa – nuestros crímenes – antes de mandar los cañoneros para erradicar a los criminales somalíes.
La guerra contra la piratería, también ésta de 2009, fue resumida por otro pirata que vivió y murió en el cuarto siglo antes de Cristo. Se le capturó y llevó ante Alejandro Magno, que quiso saber “qué quería decir con guardar el mar”. El pirata sonrió y respondió: “Lo que quiere decir Vd. con apoderarse de toda la tierra; pero como yo lo hago con un barco insignificante, soy un ladrón, mientras que a Vd., que lo hace con una gran flota, lo llaman emperador.” Una vez más, nuestras grandes flotas imperiales navegan hoy - ¿pero quién es el ladrón?
Johann Hari - Global Research - Traducido para Rebelión por Christine Lewis Carroll
Tomado de Attac nº 947
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Monday, February 22, 2010
Sunday, February 21, 2010
Responder con sus propias armas? CONOCER Y RESISTIR!!!!!
Por Stella Calloni
Una telaraña de fundaciones con nombres atractivos (la “cara social” de la CIA) cubre la región. Están en contacto con sectores locales que buscan desestabilizar a los gobiernos progresistas de América latina.
Desde los tiempos de la expansión de EE.UU. a fines del siglo XIX, no se había producido una ofensiva similar sobre América latina como la que está sucediendo en estos días, más de un siglo después de aquellos acontecimientos que cortaron o debilitaron los primeros esbozos de la independencia en el continente.
En la reciente gira del subsecretario de Estado para la región, Arturo Valenzuela, enviado por el presidente Barack Obama, resultó evidente su incidencia en alentar a quienes trabajan, en diversos frentes, para desestabilizar a los gobiernos “insumisos” que sostienen un proceso de integración, que en realidad es un desafío de sobrevivencia para los pueblos.
El proyecto de los años 90, muy explícito en el Consenso de Washington y otros documentos, demandó la aplicación de los nuevos esquemas de contrainsurgencia, renovando la antigua Guerra de Baja Intensidad (GBI) con funcionalidad suficiente para la geoestrategia de recolonización continental.
Dispersar el Comando Sur, que se fue de Panamá el último día de 1999, significó la siembra de bases e infraestructuras militares en todo el continente con tropas listas para los “despliegues rápidos” en América latina.
Pero hay otra invasión casi invisible. Una telaraña de fundaciones con nombres atractivos (que en realidad son la “cara social” de la CIA) cubre toda la región. Su función: ser la avanzada de otras guerras como la psicológica y la de desgaste; posibilitar la desestabilización o los ahora llamados “golpes suaves” tan contundentes como los que llegan precedidos por tanques y aviones.
Esta nueva injerencia regional necesitaba una forma silenciosa. En los años 80 surgió una de las primeras fundaciones que intentó transformar la cara envejecida de la CIA, la National Endowment Foundation (NED), traducida como Fundación para la Democracia, creada en el esplendor del conservadurismo en tiempos de Ronald Reagan.
La vieja Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) que data de 1962, pensada para disfrazar la contrainsurgencia y sus ilegalidades, ahora se llama Usaid, en un rápido lavado de cara, para hacer olvidar su papel en los envíos de brutales entrenadores a todo el continente.
Hoy bajo el argumento de “ayuda para el desarrollo” están en todas partes, controlando hasta los más oscuros rincones de un país, a través de ONG que –muchas, aunque no todas– tuvieron orígenes válidos y generosos.
La CIA, creada en 1947 como un servicio de informaciones, estuvo signada desde ese mismo momento para las “operaciones secretas” lo que significó la actuación ilegal y encubierta con “actividades subversivas” autorizadas. Este tipo de acciones son ejecutadas ahora por NED y Usaid de las que depende una serie de fundaciones de nombres diversos como Libertad o Solidaridad y que, a su vez, se diversifican en redes.
El objetivo principal es infiltrar todos los sectores posibles de la sociedad. En las últimas décadas, lo que fue el apoderamiento de medios masivos de comunicación dentro del esquema de “guerra psicológica” se dinamizó de tal manera que, prácticamente, a esta altura del siglo XXI, les ha permitido el manejo universal de la información.
FUNDACIONES GOLPISTAS
Los “golpes suaves” tienen como fin “ablandar” a un gobierno con varias estrategias: atacándolo en forma cotidiana, distribuyendo información falsa y rumores, desacreditándolo no sólo por su política sino apuntando en forma personal a los presidentes y funcionarios hasta extremos de una perversidad asombrosa. También se busca atar las manos de un gobierno hasta la inmovilidad, para luego sostener que ese país se ha transformado en un “Estado fallido” y, por lo tanto, “peligroso para la democracia”.
Esta “guerra psicológica” actúa desde movimientos políticos, sindicales, sociales o proyectos de agrupaciones civiles e incluso algunas formaciones de izquierda.
La Fundación Libertad, con su sede principal en Rosario –ciudad considerada “estratégica” o central en cuanto a la concentración de producción agropecuaria– está también en Bolivia, Paraguay y diversos países de América latina.
Esta fundación, que en marzo de 2008 congregó a lo más granado de la derecha mundial (José María Aznar, Roger Noriega, Mario Vargas Llosa, entre otros) en un “seminario” en Rosario, estuvo detrás del paro de las cuatro entidades patronales agrarias, cuyas acciones durante meses estuvieron destinadas a un llamado “golpe suave” que debía terminar con el gobierno actual.
A fines de 2008 ante la derrota del golpismo en Bolivia, el gobierno de Evo Morales demostró con pruebas fehacientes el involucramiento de la Usaid en el reparto del dinero a los duros y racistas opositores de la Media Luna. Esta oposición protagonizó un golpe aparentemente “civilista” en agosto-septiembre de ese año (donde se produjeron más de 170 atentados) y la masacre de Pando: el asesinato brutal de campesinos seguidores del mandatario.
Entre el 12 y el 14 de diciembre de 2008 se creó en Colombia la Unión de Organizaciones Democráticas de América (UnoAmérica), conformada por militares y policías de las pasadas dictaduras, los sectores más duros del ejército colombiano y ultraderechistas latinoamericanos de larga trayectoria golpista y violenta, para oponer a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) como se plantea en el acta fundacional.
Esta nueva ONG de la constelación de la CIA asociada a las ultraderechas nacionales, como la mencionada Libertad, depende también de la Heritage Foundation, cuyos integrantes han sido clave en la redacción de los Documentos de Santa Fe que trazan los planes de política exterior estadounidense desde la visión más oscuramente intervencionista en nuestra región.
De la misma manera, ambas tienen lazos con la Fundación para el Análisis Económico Social (Faes), que dirige el ex jefe de gobierno español, José María Aznar, y la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por el escritor peruano-español Mario Vargas Llosa, de conocida actuación en contra de los gobiernos democráticos de la región, entre otras. De la Fundación Libertad depende Pensar, que nuclea a la plana mayor de Propuesta Republicana (PRO), de Mauricio Macri.
La investigación sobre UnoAmérica lleva a increíbles asociaciones como Unión Ciudadana, en la provincia de Buenos Aires, y de allí a la activa Unión por Todos, entre otros, que se autoerigen como “cívicas y democráticas” y a todos los sectores políticos y militares ligados con la pasada dictadura.
UnoAmérica se ha puesto como objetivo destruir a todos los gobiernos que hayan “surgido” del Foro de San Pablo, resucitando la “guerra fría” en la región. Están también vinculados con el golpe en Honduras, al punto que, en agradecimiento, el golpista Roberto Micheletti condecoró a Alejandro Peña Esclusa, presidente de UnoAmérica.
Los activistas de esta llamada fundación están acusados con pruebas del intento de magnicidio contra Evo Morales y otros funcionarios del gobierno boliviano. Varios ex militares de la pasada dictadura argentina, como Jorge Mones Ruiz, están requeridos por este intento de asesinato contra Morales en abril de 2009.
En realidad se trata de la continuidad de la cooperación como la que tuvo la dictadura argentina con Hugo Bánzer, primero, y Luis García Meza, en 1980. Lo mismo sucede en Honduras, donde la dictadura argentina envió militares en acuerdo con la CIA en los años 80.
Para “terminar” con los nuevos gobiernos en la región, los hombres de UnoAmérica advierten que tienen derecho a emplear la “metodología necesaria” incluso el terrorismo y los golpes de Estado. Están también involucrados en los contratos y traslados de mercenarios adonde sean “necesarios”, metodología que recuerda la Operación Cóndor de los años de plomo. Los resultados de la invasión silenciosa de América latina están a la vista hoy.
Baste con recordar que UnoAmérica, recientemente recibida en la propia legislatura de Buenos Aires, trabaja en El Salvador con los seguidores del mayor Roberto D’buisson (ya fallecido) acusado de ser uno de los responsables del asesinato del arzobispo monseñor Oscar Arnulfo Romero en 1980.
Caras y caretas
www.carasycaretas.org
Monday, February 15, 2010
ANTISEMITA, de Jean Genet
Under construction: Antisemita, de Jean Genet
Antisemita, de Jean Genet
ANTISEMITA
No soy antisemita, lo repito.
Me han besado y desnudado con canciones de Dylan
y la Rapsodia del Gershwin azul.
Busqué de adolescente la melena de Tasio
por el Lido de la mano de Mahler.
Aprendí a transformar mi energía con Einstein.
¿Cómo odiar a un judío que ha dicho:
La ultima vez que estuve dentro de una mujer
fue cuando visité la Estatua de la Libertad?
Y vine a Palestina para aprender.
Me encaramé a los silencios milenarios
de los olivos y sus vientos sonámbulos,
sorteé los ganglios, las trincheras, el odio,
las minas, la demagogia,
los dioses mudos, y de uno y otro signo
todos los fanatismos, todos los fatalismos,
buscando las estrellas, las respuestas
que dormían en los pozos cegados.
Y los ojos de la gente
y las raíces del corazón me hablaron
de darna *, del sumud *.
Y el espíritu que insuflaba sus vidas,
el aullido de sus ojos
y esa alegría de los desesperados,
me hablaron de paz, amor y tierra,
del sueño de una comunidad…
Yo era un tonto -como escribía Alberti-
y lo que vi me hizo dos tontos cruzando Allenby Brigde.
Y vi doscientos kilómetros de vergüenza y pared
(serán seiscientos veinte de solución final)
estrangulando Cisjordania por sus cuatro veletas.
Seiscientos veinte kilómetros de tela para sudarios.
Seiscientos veinte jinetes de fuego sin pupilas.
Si miras hacia otro lado te aseguro:
algún día tus hijos han de morir de insomnio.
Olvidarán tus cuentos y el color de tus besos
y al avestruz cómplice al que llamaban Padre.
No hables de Palestina cuando ya sea tarde.
No soy antisemita. Lo repito.
Nada tengo que ver con Goebbels ni los Reyes Catódicos.
Cuando las esvásticas derribaban mi puerta
temblaba en los tejados del ghetto de Varsovia
a punto de saltar como un ángel famélico.
Mi sonrisa sin dientes resbaló por las fosas,
mi piel se hizo jabón, mis cenizas
mortaja de la luna de Auswichtz.
El victimismo de este pueblo elegido
es tan vano y pueril
que acaban por llamar antisemitas
a los que ahora contamos
que ellos son los verdugos.
Yo vine a este lugar a mirar a las hienas
y lo que vi me hizo tonto de capirote.
Alguien clavó con alfileres
su mapa, las líneas verdes y ese sueño convulso,
una mariposa sobre mi corazón.
No hables de Palestina cuando ya sea tarde.
*Darna: En árabe,”nuestra casa”. Jean Genet escribe en Cuatro horas en Chatila: “Otras mujeres, más mayores que ésta, se reían de tener por hogar tres piedras ennegrecidas que llamaban: “nuestra casa”. Con qué voz infantil me mostraban las tres piedras, y a veces con las brasas encendidas, me decían riendo: darna”
*Sumud: Resistir. Maha, una joven de 18 años, le explica a Kenizé Mourad en su libro El perfume de nuestra tierra: “El sumud es no abandonar jamás, resistir ante y contra todo, una resistencia pasiva si no es posible nada más. La paciencia.”
del libro Insomnio de Ramalah (poemas palestinos). Ed. Eclipsados,2005.
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