(Pienso, hablando legalmente, que hay una razón muy sólida para enjuiciar a todo presidente norteamericano desde la segunda guerra mundial. Todos han sido francos criminales o han estado involucrados en serios crímenes de guerra.) Chomsky

Thursday, February 27, 2014

¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez? -- Los Dueños del Circo -- Sott.net

¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez? -- Los Dueños del Circo -- Sott.net

¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez?



El poder de un Estado se mide a la vez por su capacidad para defenderse y por su posibilidad de atacar en uno o varios frentes. Bajo esa óptica, Washington está tratando - por primera vez - de demostrar que es capaz de derrocar tres gobiernos simultáneamente: en Siria, en Ucrania y en Venezuela. Creyendo que, si lo logra, ningún gobierno tendrá ya posibilidades de hacerle frente. 


© Desconocido
¿Y desde cuándo el imperialismo apoya revoluciones?
Imagen captada en la plaza Maidan, Kiev.
Washington, después de fracasar en 2011 en su intento de bombardear simultáneamente Libia y Siria, está tratando de hacer una nueva demostración de fuerza: organizar cambios de régimen en tres Estados al mismo tiempo y en diferentes regiones del mundo - en Siria (CentCom), Ucrania (EuCom) y Venezuela (SouthCom). 

Para lograrlo, el presidente Obama ha movilizado prácticamente todo el equipo de su Consejo de Seguridad Nacional. 

Primeramente, la consejera de seguridad nacional Susan Rice y la embajadora ante la ONU Samantha Power. Las dos son maestras en el uso de la jerga «democrática». Y durante años se han especializado en aconsejar la injerencia en los asuntos internos de otros Estados con el pretexto de prevenir genocidios. Sin embargo, y a pesar de sus generosos discursos, a ninguna de las dos les importan las vidas no estadounidenses, como lo demostró la señora Power en el momento de la crisis de las armas químicas en la Ghoutta de Damasco. La señora embajadora de Estados Unidos, quien sabía perfectamente que las autoridades sirias no habían cometido aquel acto, simplemente se fue a Europa para asistir con su esposo a un festival de cine dedicado a Charles Chaplin mientras que su gobierno denunciaba un crimen contra la humanidad atribuyéndolo al presidente Assad. 

Están también los tres responsables por regiones: Philip Gordon (Medio Oriente y Norte de África), Karen Donfried (Europa y Eurasia) y Ricardo Zúñiga (Latinoamérica).

  • Phil Gordon (amigo personal y traductor del ex presidente francés Nicolas Sarkozy) organizó el sabotaje de la conferencia de paz Ginebra 2 hasta que la cuestión palestina se resuelva en función de lo que quiere Estados Unidos. Durante la segunda sesión de Ginebra 2, mientras que el secretario de Estado John Kerry hablaba de paz, Phil Gordon reunía en Washington a los jefes de los servicios secretos de Jordania, Qatar, Arabia Saudita y Turquía para preparar un enésimo ataque contra Siria. Estos conspiradores han reunido en Jordania un ejército de 13 000 hombres, de los que sólo 1 000 han recibido un breve entrenamiento militar para pilotear blindados y tomar Damasco. El problema es que esa columna corre el riesgo de ser destruida por el Ejército Árabe Sirio antes de alcanzar la capital siria. Pero sus padrinos no logran ponerse de acuerdo sobre la manera de defender esa fuerza sin equiparla con armamento antiaéreo, que pudiera ser utilizado después contra la aviación de Israel.
  • Karen Donfried es la ex oficial nacional de inteligencia a cargo de Europa. Dirigió durante mucho tiempo el German Marshall Fund en Berlín. Actualmente se dedica a manipular a la Unión Europea para enmascarar el intervencionismo de Washington en Ucrania. A pesar de la reciente revelación del contenido de una conversación telefónica de la embajadora estadounidense Victoria Nuland, la señora Donfried logró hacerles creer a los europeos que el objetivo de la oposición de Kiev era unirse a la Unión Europea y que estaban luchando por la democracia, cuando en realidad más de la mitad de los amotinados de la plaza Maidan son miembros de partidos nazis y agitan retratos de Stepan Bandera, quien colaboró con la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
  • Para terminar, Ricardo Zúñiga es nieto del Ricardo Zúñiga que presidió el Partido Nacional de Honduras y que organizó los golpes de Estado militares de 1963 y 1972 a favor del general López Arellano. El nuevo Zúñiga dirigió la estación de la CIA en La Habana, donde reclutó agentes y los financió para fabricar una oposición contra Fidel Castro. Y ahora moviliza a la extrema derecha trotskista en Venezuela para derrocar al presidente Nicolás Maduro acusándolo de stalinismo.
La parte mediática de estas operaciones está en manos de Dan Rhodes, el especialista en propaganda que se encargó en el pasado de escribir la versión oficial de lo sucedido el 11 de septiembre de 2001 redactando el informe de la comisión presidencial. En ese informe, Rhodes eliminó toda huella del golpe de Estado militar que se produjo aquel día (al presidente George W. Bush se le retiró el poder sobre las 10 de la mañana y no se le devolvió hasta la noche, todo su gabinete y los miembros del Congreso fueron confinados en búnkeres, supuestamente para «garantizar su seguridad») para que sólo quedara el recuerdo de los atentados. 

En las operaciones organizadas contra Siria, Ucrania y Venezuela, la narrativa estadounidense reposa exactamente sobre los mismos principios: acusar a los gobiernos de matar a sus propios ciudadanos, calificar a los opositores de «democráticos», adoptar sanciones contra los «asesinos» y, en definitiva, concretar un golpe de Estado. 

El movimiento comienza siempre con una manifestación en la que mueren opositores pacíficos y ambos bandos se acusan mutuamente de los hechos de violencia. En realidad, fuerzas especiales o elementos a las órdenes de Estados Unidos o de la OTAN, convenientemente ubicados, disparan a la vez contra la multitud y contra la policía. Así sucedió en Deraa (Siria) en 2011, al igual que en Kiev (Ucrania) y en Caracas (Venezuela) en los últimos días. En el caso de Venezuela, las autopsias practicadas demuestran que 2 víctimas - un manifestante de la oposición y otro favorable al gobierno - fueron baleadas con la misma arma. 

Calificar a los opositores de «democráticos» es un simple juego de retórica. En Siria, se trata de takfiristas financiados por la peor dictadura del planeta: la de Arabia Saudita. En Ucrania, son unos cuantos proeuropeos sinceros rodeados de un montón de nazis. En Venezuela, son jóvenes trotskistas de familias acomodadas respaldados por milicias a sueldo de dueños de empresas. Y en todos los casos aparece el seudo opositor estadounidense John McCain para proclamar su solidaridad con los opositores locales, sean verdaderos o falsos. 

Del apoyo a los opositores se encarga la National Endowment for Democracy (NED). La NED es una agencia gubernamental estadounidense que se presenta como una ONG financiada por el Congreso de Estados Unidos. La realidad es que la NED fue creada por el presidente Ronald Reagan, en asociación con Canadá, Gran Bretaña y Australia. La dirigen el neoconservador Carl Gershman y Barbara Haig, la hija del general Alexander Haig (ex comandante supremo de la OTAN y posteriormente secretario de Estado bajo la administración Reagan). Es precisamente la NED - en realidad el Departamento de Estado - quien moviliza al senador «de oposición» John McCain. 

En este dispositivo no podía faltar la Albert Einstein Institution, «ONG» financiada por la OTAN. Creada por Gene Sharp en 1983, la NED formó agitadores profesionales a través del CANVAS [1] - en Serbia - y de la Academy of Change - en Qatar. 

En todos los casos, Susan Rice y Samantha Power adoptan invariablemente la misma pose de justa indignación antes de dictar la adopción de sanciones - a las que rápidamente se suma la Unión Europea - cuando en realidad son ellas mismas quienes se dedican a orquestar previamente los actos de violencia. 

Queda entonces por llegar a concretar los golpes de Estados, lo que no siempre funciona. 

Así trata Washington de demostrarle al mundo que sigue siendo el amo. Para garantizar los resultados, emprendió las operaciones en Ucrania y en Venezuela mientras se desarrollaban los Juegos de Sochi. Así garantizaba que Rusia no tomara medidas de respuesta, con tal de evitar que algún atentado de los terroristas islamistas le echara a perder la fiesta olímpica. 

Pero los Juegos de Sochi terminaron este fin de semana. Y ahora le toca jugar a Moscú. 

[1Center for Applied Nonviolent Action and Strategies

Wednesday, February 26, 2014

La privatización de la defensa: Compañías militares privadas y mercenarios - El orden mundial en el S.XXI | El orden mundial en el S.XXI

La privatización de la defensa: Compañías militares privadas y mercenarios - El orden mundial en el S.XXI | El orden mundial en el S.XXI



Parece una figura medieval y cuya extinción se produjo hace siglos, pero es una realidad que los mercenarios cada vez tienen más visibilidad y peso dentro del mercado global de la defensa y la seguridad. Hay mil motivos que hacen que esta actividad sea enormemente atractiva para empresas e individuos. Desde estas líneas intentaremos explicar una de tantas aristas que el gigantesco mundo de la seguridad y la defensa tiene en nuestros días: las compañías militares privadas (CMP), o como son conocidos coloquialmente, los mercenarios.

¿Qué son los mercenarios?

MercenariosTodos sabremos más o menos lo que es un mercenario, pero es importante precisar ciertas cosas antes de entrar a explicar el complejo mundo de las compañías militares privadas, ya que no podemos caer sin más en la correlación de alguien que lucha por dinero. La Real Academia Española define mercenario como “Dicho de una tropa: Que por estipendio – por dinero – sirve en la guerra a un poder extranjero”. Es decir, aquí se presenta al mercenario como un individuo que por una retribución lucha para un poder que no es el de su país sino el de otro. Y esta, que es la creencia habitual, es necesaria reorientarla a la correcta comprensión de lo que es hoy en día un mercenario o un “soldado privado”.
Históricamente, los mercenarios eran tropas de algún lugar concreto con una habilidad o capacidad especial que hacía que un ejército o poder requiriese sus servicios. Normalmente no estaban enrolados en dicho ejército o fuerza de manera obligada – como sí lo estaban muchas de las tropas regulares o de leva – ,sino que simplemente eran remunerados a cambio de su servicio durante el tiempo que se hubiese convenido. Así, a lo largo de los siglos, las compañías de mercenarios – que a veces llegaban a contar con numerosos efectivos – estuvieron presentes en la mayoría de los conflictos bélicos hasta el siglo XIX aproximadamente. Su paulatina desaparición estuvo motivada por el creciente poder de los estados, especialmente europeos, que ya no necesitaban de sus servicios al disponer tanto de dinero como de hombres para desarrollar las tareas que realizaban dichos mercenarios. Salvo algún caso muy excepcional, como los mercenarios contratados por el rey Leopoldo II de Bélgica para su colonia del Congo, durante el final de los siglos XIX y la primera mitad del XX, la “desmercenarización” de los conflictos fue absoluta.
Durante la Guerra Fría la situación de vacío de mercenarios continuó, ya que la lucha, frontal o indirecta, era entre estados o estados contra fuerzas no estatales altamente ideologizadas – nacionalistas o comunistas normalmente – ,estas últimas a menudo escasas de recursos – caso de las numerosas guerrillas en África y Asia – y que lógicamente no se podían permitir un aporte extra de fuerza militar pagando, ya que tampoco era raro que esa fuerza extra viniese regalada o por Estados Unidos o por la Unión Soviética, así que el gremio de los mercenarios apenas tenía trabajo.
El cambio radical vino con el fin de la Guerra Fría. La desaparición de la URSS hizo que el gran conflicto entre estados de los últimos cincuenta años acabase de un día para otro, pero no por ello desaparecieron otros conflictos que habían estado tapados por la inmensidad de las tensiones EEUU-URSS. A finales de los años ochenta y principios de los noventa del pasado siglo, las desmovilizaciones militares y las reducciones en el gasto militar en medio mundo fueron enormes. Ya no era necesario tener grandes ejércitos preparados día y noche para entrar en una guerra que no iba a llegar, sino que las necesidades ahora residían en ejércitos pequeños y de gran calidad gracias a la tecnología. Del mismo modo, la predominancia en aquellos años de tesis neoliberales a ambas orillas del Atlántico – Estados Unidos y Reino Unido respectivamente – acabó por contagiar al ámbito de la defensa y la seguridad, que hasta entonces había sido sagrado. Todo el entramado que hay detrás de un ejército, como la producción de armamento, el I+D+i, la logística, servicios muy específicos, etc. debían pasar a manos del mercado. Y es en este momento y especialmente en Norteamérica cuando empiezan a surgir las compañías militares privadas, mientras que en otras partes del mundo, especialmente en vías de desarrollo, resurge la figura del mercenario.
Habiendo pues establecido el punto de partida, vamos a precisar aún más los términos, ya que nos referiremos a “compañías militares privadas” y “mercenarios” como dos conceptos distintos, aunque en ciertos momentos lleguen a estar muy próximos. Las compañías militares privadas son empresas dedicadas al ámbito de la seguridad y la defensa, cuyo grado de especialización en un servicio es muy alto y normalmente trabajan con estados u organizaciones internacionales en todo tipo de conflictos y escenarios, además de que sus tarifas no son precisamente baratas; en cambio, consideraremos a los mercenarios como luchadores a sueldo sin un estatus legal reconocido en ningún país – no figuran como una empresa en ningún sitio – y cuyo grado de especialización se deriva más al combate y no a otras labores técnicas que precisa un conflicto. Estos últimos, a pesar de ser actualmente más escasos, podrían ser la continuación de los mercenarios históricos, cosa que la mayoría de compañías militares privadas no son.

Las compañías militares privadas y los mercenarios ante el Derecho Internacional

No debemos olvidar que tanto los empleados de las compañías militares privadas como los mercenarios trabajan habitualmente en escenarios donde se está desarrollando un conflicto armado o una situación de seguridad delicada. También es necesario recalcar que tanto unos como otros pueden ir armados – desde una pistola hasta pilotando un helicóptero de combate – por lo que en un momento dado pueden ocasionar daños a terceros o verse envueltos en un combate real. Y a pesar de que tanto empleados de CMP como mercenarios tienen un estatus reconocido ante el derecho internacional público, no es el mismo; de hecho varían notablemente, por lo que viene a ser un motivo más de diferenciar correctamente los “mercenarios” bajo una empresa contratada a su vez por un estado o una organización internacional de los “mercenarios” sin más, aunque esta vez sea desde un punto de vista jurídico y no semántico o conceptual.
En primer lugar, veamos qué ocurre con los individuos contratados por una empresa que esté contratada a su vez por un estado o una organización internacional para prestar un servicio determinado a sus fuerzas armadas, policía, asesores o cuerpo que sea. Es decir, empleados de una compañía militar privada/contratista de seguridad privada/empresa militar privada/proveedores de servicios militares, etc.
La 3ª Convención de Ginebra, del año 1949, en relación al trato de prisioneros de guerra, establece el estatus que este tipo de empleados tienen en un escenario bélico y por tanto, el trato que deberían recibir en caso de ser capturados por fuerzas enemigas. Así, en el artículo 4.4 de este convenio se establece que:
“Son prisioneros de guerra, en el sentido del presente Convenio, las personas que, perteneciendo a una de las siguientes categorías, caigan en poder del enemigo: (…) las personas que sigan a las fuerzas armadas sin formar realmente parte integrante de ellas, tales como los miembros civiles de tripulaciones de aviones militares, corresponsales de guerra, proveedores, miembros de unidades de trabajo o de servicios encargados del bienestar de los militares, a condición de que hayan recibido autorización de las fuerzas armadas a las cuales acompañan, teniendo éstas la obligación de proporcionarles, con tal finalidad, una tarjeta de identidad similar al modelo adjunto”
Así, partiendo de la perspectiva de que las fuerzas armadas son aquellas que están activamente participando en combate, estos “proveedores” – que es todo lo que en este tratado se entiende que engloba el mundo de las compañías militares privadas y sus sinónimos – no pueden participar en dicho conflicto combatiendo, limitándose a tareas “inocuas” y que no revistan agresión a la otra parte. En caso contrario, se les considerará como mercenarios, cambiando su trato y estatus al siguiente según el artículo 47 del protocolo adicional a los Convenios de Ginebra:
“1. Los mercenarios no tendrán derecho al estatuto de combatiente o de prisionero de guerra.
2. Se entiende por mercenario toda persona:
a) que haya sido especialmente reclutada, localmente o en el extranjero, a fin de combatir en un conflicto armado;
b) que, de hecho, tome parte directa en las hostilidades;
c) que tome parte en las hostilidades animada esencialmente por el deseo de obtener un provecho personal y a la que se haga efectivamente la promesa, por una Parte en conflicto o en nombre de ella, de una retribución material considerablemente superior a la prometida o abonada a los combatientes de grado y funciones similares en las fuerzas armadas de esa Parte;”
Ahora podemos ver mejor todavía las diferencias existentes entre los “neomercenarios” y los mercenarios de siempre. Los primeros, en caso de ser capturados, deberían recibir el trato que merece todo prisionero de guerra, mientras que los segundos, al no considerarse merecedores de ese estatus de prisionero de guerra, podrían complicar su situación en caso de ser capturados, llegados incluso a poder ser condenados a muerte. Bien es cierto que en caso de conflicto armado sería difícil identificar como mercenarios a sujetos que actúen como tal, ya que lo lógico sería que se encuadrasen en el organigrama y funcionamiento del ejército al que sirven – con una jerarquía y uniformes similares – .También es difícil demostrar que a una persona capturada se le paga más que a un individuo de similar graduación pero de una fuerza combatiente reconocible y que no sea mercenario, a no ser que el capturado u otros capturados con él le identifiquen como tal.
En este punto debemos recordar, puesto que es de una importancia vital para este aspecto, que el Convenio de Ginebra de 1949 es un tratado internacional, aplicable sólo a aquellos países que lo han firmado y ratificado. Actualmente todos los países del mundo se han adherido a este tratado; la cuestión es que a este convenio se le añaden tres protocolos adicionales, que amplían o revisan ciertos aspectos del tratado. El protocolo I – en el que se encuentra el tema de los mercenarios – es del año 1977, el protocolo II del año también de 1977, mientras que el protocolo III es del año 2005. En estos protocolos adicionales ya sí que no hay adhesión universal. Por ejemplo, en el protocolo adicional que hoy nos ocupa, el primero, existen ausencias notables: India, Indonesia, Israel, Tailandia o Turquía ni siquiera han firmado dicho protocolo, mientras que otros países como Irán, Marruecos, Pakistán o Estados Unidos lo han firmado pero no lo han ratificado, lo que quiere decir que no aplican ni le son aplicables las disposiciones de dichos protocolos adicionales.
INTERESANTE: ¿Son útiles los Convenios de Ginebra? (BBC Mundo, Agosto 2009)

¿A qué se dedican las compañías militares privadas?

Olvidándonos de las guerras tradicionales, los llamados “conflictos de alta intensidad”, el simple despliegue de una fuerza militar o policial es algo complejo, laborioso y con mucho trabajo detrás. Si ese despliegue se produce en un país que no es el propio, la dificultad y el trabajo aumenta aún más.
Como dijimos anteriormente, a partir de los años noventa el entramado militar de las grandes potencias se reduce bastante, a la vez que se tiende a la mejora tecnológica para suplir ese vacío humano. Esto redunda en que cada vez hay menos efectivos en unas fuerzas armadas más complejas tecnológicamente y con mayor necesidad de profesionales especializados. Como las opiniones públicas de muchos países no iban a permitir grandes ejércitos – numérica y económicamente hablando – cuando no había un enemigo al que combatir y a la sombra de estos procesos de desmovilización estaban surgiendo empresas que ofrecían esos servicios, se acabó optando por parte de los gobiernos de usar esas empresas puntual o indefinidamente para proporcionar algunos servicios a sus fuerzas armadas o policiales que sus propias fuerzas armadas no iban a hacer, bien por incapacidad técnica o bien porque les era más fácil contratar dicha empresa.
Todas esas empresas que proporcionan bienes o servicios a fuerzas armadas o policiales en sus despliegues son las compañías militares privadas, que se insertan dentro de lo que conocemos como industria militar o industria de defensa y que en el año 2012 llegaron a mover unos 100.000 millones de dólares. Estas compañías están especializadas en todos los servicios que se necesitan antes, durante y después de un despliegue militar. Logística, telecomunicaciones, asesoría a mandos, protección de personalidades o lugares, vigilancia, enlace y cómo no, fuerza de combate son ejemplos muy generales de lo que esas empresas facilitan a los ejércitos, bien de manera autónoma o bien de manera complementaria a las labores que el propio ejército o fuerza armada haga en esos aspectos.
Quienes están detrás de estas empresas o quienes trabajan para ellas a menudo son exmilitares de cierta especialización que se pasan al ámbito privado al licenciarse en unas fuerzas armadas, muchas veces atraídos por los generosos sueldos que se cobran en dichas compañías, especialmente si se está desplegado en un escenario de conflicto.
NOTICIA: Ex soldado se ofrece por 10.000€ (El Mundo, Octubre 2009)
También es necesario matizar que al ser un mundo tan grande este de los servicios de seguridad y defensa, las compañías militares privadas son igualmente variopintas. Existen desde las que sólo trabajan con telecomunicaciones o aprovisionamiento de suministros hasta las compañías que son verdaderos ejércitos privados, con helicópteros y vehículos blindados incluidos, además de un armamento ligero a la última. Todas tienen cabida en multitud de operaciones que han sucedido a lo largo del planeta en los últimos veinticinco años.

Principales compañías militares privadas

Algunas son relativamente conocidas, otras no tanto, y casi todas han cambiado alguna vez su nombre por temas de imagen al haber quedado empañada la reputación de la empresa en alguno de sus contratos. Para Estados Unidos han sido un pilar básico de su política de seguridad en el siglo XXI, mientras que en otros lugares del planeta también han tenido momentos destacados. Aquí veremos por tanto cuáles son las principales CMP que existen o que han operado hasta hace poco, además de su origen, los contratos que manejan y las actividades que realizan.

Academi – Blackwaters Worldwide

Blackwater-Xe-Services-Academi-IraqLa primera de ellas es la norteamericana Academi, conocida anteriormente como Blackwater. La empresa, fundada en 1997, ha acabado posicionándose como la CMP más poderosa del mundo, gracias en gran medida a los contratos obtenidos del gobierno estadounidense para Afganistán e Irak. Como estructura interna y en recursos disponibles, Academi es un auténtico ejército. Además de los centros de entrenamiento y las labores de asesoría, esta empresa posee vehículos blindados, helicópteros de combate y aviones de transporte. Eso sin contar con los miles de empleados – soldados – que la empresa tiene en nómina. Al final, casi toda su actividad se ha centrado en la guerra de Irak, un destino por el que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha llegado a otorgarle a la compañía contratos por más de trescientos millones de dólares, en su mayoría para actuaciones de apoyo a las tropas regulares, vigilancia de zonas sensibles o protección de personalidades.
Tal ha sido la presencia de esta CMP en Irak que ha llegado a tener desplegados más de mil empleados a la vez y treinta mil de manera rotatoria en lo que ha durado – y dura parcialmente de manera encubierta – la ocupación y administración norteamericana de Irak. Al final, esta compañía vio muy manchada su imagen tras diversos escándalos en relación con sus actividades en tierra iraquí. En noviembre de 2007, diecisiete civiles iraquíes murieron en un tiroteo en Bagdad provocado por la entonces predecesora Blackwater. El gobierno local decidió entonces revocarle la licencia temporalmente a la empresa para seguir operando en territorio de Irak, suceso que provocó cierta tensión con los EEUU al haber garantizado estos, a través del gobernador estadounidense en Irak, Paul Bremer, la inmunidad de estos contratistas ante la legislación iraquí.
NOTICIA: La CIA contrató a Blackwater contra al-Qaeda (BBC Mundo, Agosto 2009)

Aegis Defense Services

x_08aec405Desde el año 2002, Aegis ha operado en multitud de rincones del mundo, y hasta Naciones Unidas ha requerido de sus servicios, sin embargo, su papel más destacado se ha producido en Oriente Medio, donde Reino Unido también participó activamente en la invasión de Irak en 2003, y cómo no, sus empresas de seguridad acudieron a la antigua Mesopotamia para sacar beneficio de la guerra. Al final, como tantas otras CMPs, obtuvieron jugosos contratos del Departamento de Estado norteamericano de cara a labores varias en Irak; para esta empresa en concreto, casi 300 millones de dólares por garantizar durante tres años la protección y logística del programa de reconstrucción iraquí, además de labores de inteligencia e informes sobre viabilidad de rutas terrestres. Años después, en 2011, en pleno proceso de retirada de las tropas estadounidenses, se acordó que en la zona de Bagdad, los soldados norteamericanos serían sustituidos, de cara a seguir manteniendo la paz y la estabilidad en la ciudad, por varias CMPs, incluyendo la británica Aegis.
Tampoco ellos se salvaron de críticas por desproporciones en Irak. En el año 2005 se filtró un vídeo en el que supuestos miembros de Aegis – suposición luego confirmada por los responsables militares norteamericanos – disparaban gratuitamente a civiles iraquíes mientras iban en coche, todo esto con música de Elvis de fondo (Vídeo aquí). Al contrario que con Blackwater en el incidente comentado anteriormente, Aegis no tuvo ningún tipo de sanción, de hecho, en el año 2011 recibió misiones de seguridad para la embajada de Estados Unidos en Kabul – que más que un edificio es un enorme complejo –, siendo recompensada por ello con casi 500 millones de dólares.

DynCorp

dwZUeaMZvbYIJtD-556x313-noPadEs una de las más antiguas del sector en relación con su tamaño, ya que DynCorp fue fundada en 1946 en Estados Unidos como una especie de fuerza aérea privada, característica de especialización que le ha llevado a ser requerida por varios países a lo largo de su historia, si bien Estados Unidos ha sido quien más uso le ha dado. En el año 2011 tuvo unos ingresos de algo más de 3000 millones de dólares, de los cuales un 95% provenían del gobierno estadounidense, otorgándole a DynCorp un meritorio duodécimo puesto en la clasificación de empresas militares que más dinero reciben del Pentágono por contratos según la asesoría Washington Technology.
Su ámbito de actuación es eminentemente aeronáutico, aunque también tiene salidas “terrestres”. Además de su pequeña fuerza aérea, realiza mantenimiento de aeronaves, entrenamiento de personal para estas y provee de personal armado privado a cualquiera que lo necesite y pague por ello. En este último aspecto, personal de DynCorp formó parte de la guardia personal del presidente haitiano Aristide en los años noventa y del presidente afgano Hamid Karzai durante el siglo actual. Pero no sólo se centra toda la labor de las CMPs en Oriente Medio. DynCorp, por la antigüedad que tiene, ha participado en numerosos conflictos y misiones de seguridad de la mano de Estados Unidos. Desde Bolivia y Colombia combatiendo a la guerrilla en esa eterna lucha contra las drogas – y que EEUU ha securitizado de manera espectacular –, hasta subcontratados en Somalia como parte de las misiones para el mantenimiento de la paz en una zona en la que se ha evidenciado que el poder estatal es nulo. También en la guerra civil que desintegró la antigua Yugoslavia estaba DynCorp, concretamente en Bosnia-Herzegovina y Kosovo, apoyando las labores que el ejército norteamericano desempeñó en la zona, y que en el caso de Kosovo siguen vigentes operando desde el Camp Bondsteel – que además es la base estadounidense en el extranjero más grande del mundo –.
NOTICIA: La sombra de DynCorp vuela sobre Nicaragua (argenpress.info, Marzo 2010)
Entre las desproporciones que DynCorp ha tenido el dudoso honor de cometer, destaca la que se produjo en Bosnia en 1999, si bien en sus operaciones en Colombia, Irak o Afganistán, también hay serias manchas negras, caso de fumigar granjeros inocentes en la selva ecuatoriana, inflar contratos en Irak o matar civiles que no suponían una amenaza en Afganistán. Si esto ya es de por sí grave, el caso bosnio es todavía peor. Una vez acabada la guerra en esa parte de la antigua Yugoslavia, las labores de reconstrucción corrieron a cargo de, además de la propia Bosnia, de la ONU y de Estados Unidos. En esta situación, en el año 1999 se denunció que unos empleados de DynCorp habían abusado de menores y luego les habían vendido como esclavos. Lógicamente, esto causó un revuelo tremendo y al final cinco empleados de la empresa fueron despedidos.

Triple Canopy

Triple-Canopy-LogoLa también norteamericana Triple Canopy es otra pieza fundamental en el mundo de las EMPs. Nacida en 2003, está formada por veteranos de las fuerzas especiales norteamericanas, lo que le otorga un grado de especialización considerable. En 2009 tomó el relevo de Blackwater tras las muertes causadas por esta empresa. Así consiguió contratos en Irak por valor de 1500 millones de dólares, además del sobrenombre de “El Blackwaters de Obama”. También, aunque en mucha menor medida, trabaja conjuntamente con el gobierno nigeriano en labores de asesoramiento y securitización del este y el centro de África.

Intervenciones o usos de compañías militares privadas

Que las empresas vistas hasta ahora sean las más grandes y poderosas no hace que a lo largo de los años, especialmente al acabar la Guerra Fría, otras empresas en otros lugares del planeta hayan protagonizado importantes episodios para las CMPs. También, es cierto, que actualmente tienen una presencia destacada en Irak y Afganistán como habrán podido deducir de todo lo anterior, y ese uso masivo es un punto que trataremos de manera especial, ya que las cifras y los porqués de esas empresas en Oriente Medio son cuantiosas.
En primer lugar viajaremos a Sierra Leona en el año 1995. Para ponernos en situación, resumiremos con una situación desgraciadamente habitual en muchas zonas de África: gobierno débil, multiplicidad étnica, insatisfacción política y social de dichas etnias y por supuesto, diamantes de por medio. Esa situación había estallado en 1991, cuando el Frente Revolucionario Unido (FRU), con el apoyo de tropas liberianas, se sublevó e intentó derrocar el gobierno de Sierra Leona. El avance de los rebeldes fue rápido y gracias a los diamantes de sangre consiguieron numerosos recursos. Esto facilitó que el gobierno cayese por un golpe de estado militar, aunque la guerra continuó. En el comentado año 1995, con el ejército de Sierra Leona desbordado y los rebeldes a punto de entrar en la capital, Freetown, el contraataque gubernamental fue arrollador. Vehículos blindados, helicópteros de combate y tropas perfectamente adiestradas y armadas hicieron retroceder rápidamente a los rebeldes, algo que hizo que en 1996 se relajasen las hostilidades y en 1999 se decretase un alto el fuego por la mediación de la ONU.
ExecutiveOutcomes9La cuestión que nos ocupa aquí es, ¿cómo fueron capaces de lanzar semejante contraataque con tales medios? La responsable de ello fue Executive Outcomes, una CMP sudafricana. Una sola empresa militar fue capaz de darle la vuelta a una guerra civil que parecía decantada, lo que nos da una idea bien del poder de estas empresas, bien de los escasísimos recursos con los que cuentan los grupos armados, especialmente ejércitos gubernamentales, en la mayoría de países africanos.
Como nota, el apoyo liberiano a la guerrilla sierraleonesa provino del que entre 1997 y 2003 fue presidente de Liberia, Charles Taylor. Ese apoyo, o más bien sus consecuencias, hizo que en 2012 fuese condenado por la Corte Penal Internacional de La Haya a cincuenta años de prisión por crímenes de guerra y contra la Humanidad cometidos tanto en Liberia como en Sierra Leona.
El otro lugar donde las CMPs han tenido un uso masivo ha sido en Afganistán e Irak, especialmente en este último país. Aquí no es como el caso de Sierra Leona, cuya función es de un ejército privado, sino que en Irak y Afganistán el uso radica en complementar la labor de las tropas y actuar en funciones “no esenciales” para el desarrollo de la guerra. Los motivos de la presencia de este tipo de empresas en las ocupaciones norteamericanas en Oriente Medio trasciende lo meramente militar, ya que también existen motivos políticos y económicos que tienen una importancia fundamental. Ejemplos de estas motivaciones no militares podrían ser el coste político de bajas militares en la guerra e8a5ef2f8fa986385276c5b40bb7832e_article430bwa pesar de que casi 4.500 militares estadounidenses murieron en la guerra de Irak y se estima que más de 500 contratistas tuvieron el mismo destino. Esta “externalización” de ciertas funciones bélicas saca del ojo público en gran medida a los contratistas, que no son bajas tan sensibles a la opinión pública como los soldados estadounidenses. Si a este número le sumamos los 2114 soldados estadounidenses fallecidos en Afganistán, los esfuerzos de Washington para reducir en lo máximo posible el número de bajas son cuantiosos, ya que cada ataúd que viene de Oriente Medio es un duro golpe para el gobierno, fuese el de Bush o sea el de Obama. Por supuesto que este ahorro en la erosión política acaba cobrándose por otro sitio, ya que al menos para el caso de Irak, el dinero que el gobierno estadounidense empleó en pagar a los contratistas se cifró en 138.000 millones de dólares, que viene a ser un 20% aproximadamente de la factura a pagar por Washington por la invasión y ocupación de Irak – las dos guerras norteamericanas en la zona, Irak y Afganistán, han costado 1,37 billones de dólares.
Sea como fuere, Irak y Afganistán, además de otros lugares experimentales antes, han servido para constatar que las CMPs se han posicionado como un actor clave dentro de la planificación de los ejércitos de los distintos estados en misiones en el exterior, sobre todo para labores de retaguardia o aquellas en las que es preferible pagar por un servicio que emplear recursos propios del estado en planificar y ejecutar dicha tarea, como vigilancia de lugares o protección de personalidades. Tampoco podemos olvidar que a pesar de los escándalos protagonizados por estas empresas, su experiencia – tanto las de los propios mercenarios como de los directivos – es amplísima, lo que les otorga un buen valor añadido. No sería raro que de ahora en adelante, Estados Unidos – ya que en Europa u otras fuerzas armadas sería más raro – utilizase estas empresas de manera amplia en cualquier despliegue internacional.
NOTICIA: Las empresas militares privadas penetran en Latinoamérica (RT Actualidad, Octubre 2013)

Putin pone en estado de alerta a las tropas del centro y oeste de Rusia

Putin pone en estado de alerta a las tropas del centro y oeste de Rusia | Internacional | EL PAÍS

Putin pone en estado de alerta a las tropas del centro y oeste de Rusia

El presidente ruso ya ha ordenado la verificación de la "preparación combativa" del Ejército en otras ocasiones





El líder ruso, Vladímir Putin, ha ordenado este miércoles la puesta en alerta de las tropas en los distritos militares Occidental y Centro en el marco de las verificaciones sorpresivas de la preparación combativa del Ejército, que comenzaron a hacerse el año pasado.
"De acuerdo con una disposición del presidente de Rusia a las 14.00 horas de hoy [tres horas menos en la España peninsular] han sido puestas en alerta las tropas de la circunscripción militar Occidental", anunció el miércoles el ministro de Defensa Serguéi Shoigú en una reunión de la plana mayor militar. La medida también abarcó al II Ejército del distrito Centro, así como a los mandos de las diferentes ramas de la Fuerza Aérea, incluida la aviación estratégica.
Asimismo, Shoigú ha declarado que se están tomando medidas para "garantizar la seguridad de sus instalaciones y arsenales" en su base naval del mar Negro en Crimea, en la costa sur de Ucrania. El ministro ruso dijo, según la agencia RIA, que está "examinando cuidadosamente lo que está pasando en Crimea, lo que está pasando alrededor de la flota del mar Negro", si bien no dio ningún detalle sobre dichas medidas.
Shoigú señaló que el Comandante Supremo, cargo que según la Constitución rusa desempeña el presidente del país, ordenó "comprobar la disposición combativa de las tropas para resolver situaciones de crisis que representan una amenaza para la seguridad del país".
Sin embargo el ministro de Defensa desvinculó estas maniobras con los recientes acontecimientos en Ucrania. "De ninguna manera relacionamos estas cosas", dijo. El viceministro de Defensa Anatoly Antonov añadió que estos ejercicios habían sido planeados con antelación y que podrían implicar a 150.000 militares.
Fuente: elaboración propia. / EL PAÍS
Esta misión ordenada por Putin se realizará en dos etapas, explicó el ministro de Defensa. La primera es "de despliegue" y se extenderá hasta el jueves y la segunda, que prevé maniobras "en tierra y aire", concluirá el domingo tres de marzo. Shoigú dijo que todas las tropas que toman parte en estos ejercicios militares deben estar de regreso en sus lugares de emplazamiento permanente el 7 de marzo, a más tardar.
Aunque la práctica de realizar verificaciones sorpresivas como en los tiempos soviéticos fue reanudada por Putin en 2013, año en que se realizaron cinco inspecciones imprevistas, el momento elegido para hacer estas maniobras puede ser interpretado como una demostración de fuerza por parte de Rusia.
El distrito militar Occidental limita con Ucrania, país donde se viven actualmente momentos de tensión. Putin no ha hecho ningún comentario público sobre el país vecino desde que su colega Víctor Yanukóvichabandonó Kiev, aunque en el comunicado de la conversación telefónica mantenida entre el líder ruso y la canciller alemana, Angela Merkel, se dijo que ambos estaban de acuerdo en que la integridad territorial de Ucrania debía mantenerse.
Tanto Estados Unidos como algunos países europeos han advertido la inadmisibilidad de una intervención militar en Ucrania, y funcionarios rusos de alto nivel han asegurado que Rusia no tiene intención de injerirse en los asuntos internos de su vecino. Sin embargo, las provincias orientales de Ucrania son de mayoría rusohablante, y esa población, especialmente en la península de Crimea, teme que las nuevas autoridades la discriminen.
El año pasado, los ejercicios militares sorpresivos de mayor envergadura ser realizaron en julio, en el extremo oriente ruso, y en ellos participaron 160.000 efectivos. De momento no se ha informado sobre la cantidad de soldados que toman parte en estas maniobras de los distritos Centro y Occidental.
La maniobras militares de Putin coinciden con nuevos choques calljeros en Ucrania. En Simferópol, la capital de Crimea —región de mayoría rusa— manifestantes prorrusos y proucranianos se han enfrentando lanzándose piedras, botellas y palos entre las miles de personas congregadas antes el parlamento. Según medios locales y rusos, durante la manifestación se ha  escuchado una detonación y un grupo de manifestantes ha intentado irrumpir en la Rada Suprema (el parlamento), que debía debatir si reconoce o no a las nuevas autoridades de Ucrania. Según la agencia Interfax, citada por Reuters, un hombre ha muerto aplastado por la multitud. Tras los enfrentamientos, los manifestantes han comenzado a disolverse tras la intervención de sus respectivos líderes.

Tuesday, February 18, 2014

Túnez: ¿la última esperanza del mundo árabe?

Túnez: ¿la última esperanza del mundo árabe? | Miradas de Internacional





Posted: 17 Feb 2014 12:40 AM PST


6266091088 446bfcd4ea z Túnez: ¿la última esperanza del mundo árabe?Elecciones en Túnez en 2011./ Ezequiel Scagnetti – European Parliament


En todos los debates en torno a la llamada “Primavera Árabe”, son muchos los que se agarran a un clavo ardiendo al hacer referencia a Túnez. Túnez fue el país en el que la inmolación de un joven licenciado que tenía que vender frutas en la calle para sobrevivir dio pie a un levantamiento que se extendió por toda la región y sorprendió a muchos, realizando muchas de las esperanzas de que el mundo árabe finalmente pudiera deshacerse al mismo tiempo de sus tiranos y de sus fantasmas. Túnez también fue el primer paísen organizar elecciones, el primer país en poner en marcha una especie de parlamento representativo, elprimer país en el que la actividad política y sindical parecía estar llevando a alguna parte. Todo ello hasta que estalló la violencia, y en particular varios asesinatos sacudieron el país, ante los cuales los islamistas en el poder no parecían dispuestos o capaces de encontrar una salida al estancamiento en el que el país se hundía.

La transición ha sido tortuosa y ha estado plagada de obstáculos que hicieron que el proceso casi descarrilara. El principal objetivo era una Constitución ampliamente esperada por la población, que tendría que haberse aprobado hace dos años y que finalmente fue adoptada el pasado 26 de enero dejando tras de si grandes suspiros de alivio.

Los antecedentes de la Constitución en Túnez

El texto fue aprobado por una aplastante mayoría de 200 votos, de un total de 216 miembros de una Asamblea Nacional Constituyente en la que se ha puesto en marcha una actividad tanto legislativa como constitucional. El proceso ha sido testigo de muchos retos que se ha ido superando  con éxito. El principal obstáculo se derivaba de la insistencia del movimiento islamista Ennahda en dar forma a un texto a su medida. Los islamistas, principalmente porque eran conscientes de cómo les estaba yendo a sus compañeros de creencia en otros lugares como Egipto o Gaza, pero también como consecuencia de una creciente presión proveniente de Occidente y del propio pueblo tunecino, se vieron obligados a hacer concesiones, sobre todo en referencia a su objetivo declarado de instaurar la supremacía de la ley islámica. Como muestra de buena fe, el Primer Ministro Ali Larayedh aceptó dimitir  en octubre, poniendo así fin al reinado del partido islamista en línea con un aclamado acuerdo de transición.

Una palabra que muchos han utilizado para describir el proceso es “consenso”. El texto es el resultado de los esfuerzos combinados de la oposición, la sociedad civil, los sindicatos, los empresarios y los ciudadanos de a pie que tomaron las calles con el fin de obligar a los políticos a dejar atrás sus juegos estériles. Como muestra un botón: durante los últimos dos meses, la Asamblea en sesión plenaria ha discutido los artículos uno por uno en sesiones maratonianas.

Un texto sin precedentes en el mundo árabe

El flamante texto (la segunda Constitución del país, tras la que en 1959 introdujo un Bourguiba que aún muchos echan de menos) es un documento extremadamente moderno que reconoce un número significativo de libertades y santifica la separación de poderes, como ninguna otra Constitución en el mundo árabe lo había hecho hasta ahora. Es un texto que al mismo tiempo respeta las tradiciones del país, al referirse tanto a la identidad islámica como a la árabe de Túnez. El Artículo 1 proclama que “Túnez es un Estado libre, independiente y soberano, su religión es el Islam, su lengua el árabe y su régimen una república”. En un esfuerzo por recordar a todos las raíces del texto, su Preámbulo se basa en los objetivos de la revolución: la libertad y la dignidad (tal vez el único logro de la Alta Autoridad para el Logro de los Objetivos de la Revolución, rápidamente creada antes de las elecciones de octubre 2011). Muchos también han vinculado con las pulsiones revolucionarias el reconocimiento del derecho a un juicio justo y la prohibición de la tortura , así como el derecho de acceso a las redes de información y comunicación y la libertad de formar partidos políticos, sindicatos y asociaciones.

Un estado civil y democrático

Muchos comentaristas han aclamado el hecho de que la Constitución mencione sin ambigüedad la naturaleza de “estado civil” en un país enteramente musulmán. Este texto, sin embargo, no hace más que honrar a una gran parte de los principios que inspiraron la Constitución anterior, que sentó las bases de un Estado civil y laico. Los islamistas no consiguieron que la Constitución consagrara la penalización de “violaciones a lo sagrado”. De hecho, ni siquiera consiguieron que se incluyera una cláusula que se considera fundamental en países como Egipto : aquella que proclama que la sharia es la fuente principal de la legislación. A pesar de que el artículo 6 menciona que el estado es “garante de la religión” y “protector de lo sagrado”, las fuerzas progresistas han presionado para que se reconozca el principio de libertad de conciencia, junto con la libertad de creencia y de culto, derechos que el Estado está obligado a garantizar y proteger. Un avance clave, aunque controvertido, es también la prohibición explícita del takfir (considerar disidentes a los infieles o no creyentes) .

La Constitución establece en su preámbulo “un régimen democrático y participativo republicano en el contexto de un estado civil y regido por la Ley”, la soberanía pertenece al pueblo y se ejerce sobre la base de un cambio pacífico a través de elecciones libres. La nueva constitución estará pues al origen del establecimiento de un nuevo gobierno. Esto es, claro está, cuando una nueva ley electoral sea aprobada (junto con un muy necesario proyecto de ley para la justicia transicional). Partir de cero no es fácil. Pero puede que no exista otra opción para los países con un pasado como el de Túnez. Ennahda ha demostrado en este sentido grandes dotes políticas al ceder el poder a un gobierno provisional no partidista antes de la adopción de la Constitución. Lo que al principio muchos veían como un reconocimiento del fracaso ante una disidencia creciente era en realidad un paso hacia una nueva victoria en las próximas elecciones, consiguiendo así recuperar el apoyo del público y evitar seguir el camino de los Hermanos Musulmanes en Egipto.

Retos pendientes en Túnez

Quedan aún varios asuntos pendientes que sin duda dificultarán el proceso, tales como la reactivación que tanto necesita una economía que ha sido la víctima más cruel de la inestabilidad de los últimos tres años. El gobierno tecnocrático ahora al mando hasta las elecciones parlamentarias y presidenciales a finales de este año podrá sin duda hacer buen uso de la ayuda económica y la apertura comercial prometida en numerosas ocasiones por Washington y Bruselas (en virtud de una condicionalidad que todavía debe demostrar su eficacia). Al mismo tiempo, las autoridades tunecinas son perfectamente conscientes de la necesidad de luchar contra la violencia endémica que bebe de las dificultades económicas, pero también de una polarización y extremismo que hoy en día son la tónica en todos los rincones de la región.

Los ciudadanos necesitan recuperar la confianza en el sistema político, cuanto menos erosionada. De hecho, algunos en las calles todavía creen que no hay que esperar mucho de una Constitución cuyo desarrollo ha exigido años y sangre derramada de más, y que contiene contradicciones obvias. Lo que si que parece claro es que casi todo el mundo aprecia el impacto positivo que puede tener el texto, tanto a nivel internacional como desde un punto de vista regional, en particular en Egipto, donde la recientemente aprobada Constitución es de todo menos un fruto del consenso.

La Carta Magna ha sorprendido a propios y extraños por su naturaleza singular y progresista. Túnez se ha convertido en el primer país árabe que garantiza la igualdad entre hombres y mujeres, y en especial la paridad en las asambleas electas. Otro punto sorprendente es el que la atención sanitaria sea declarada un derecho humano, así como que la atención y el tratamiento preventivo estén garantizados para todos los ciudadanos. Por último, aunque no menos importante, el texto también contiene un mandato constitucional para la protección del medio ambiente, erigiéndose Tunez como el único país en desarrollo en el mundo en haber dado este paso. Y, lo que es más importante en un país donde la seguridad jurídica ha brillado por su ausencia, ninguna enmienda constitucional será capaz de retrotraer las ganancias en el campo de los derechos humanos y las libertades. Y de hecho, un Tribunal Constitucional (cuya composición depende tanto del ejecutivo como del poder legislativo) será puesto en pie para limitar el poder legislativo y la capacidad de la legislatura para promulgar cualquier ley contraria a los derechos y libertades fundamentales.

Túnez y Egipto: ¿éxito y fracaso de la “Primavera Árabe”?

Mientras que Túnez celebraba un nuevo logro, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto anunció publicamente su apoyo a la más que probable candidatura a la Presidencia del nuevo héroe del país el mariscal Abdel- Fattah El- Sissi. Semanas atrás, el gobierno militar se había ocupado de asegurar la aprobación de una nueva Constitución (la Constitución anterior también fue impulsada por los islamistas, en contra de los deseos de una parte significativa de la población), y se ve hoy en día más preparado que nunca para reafirmar su control total sobre el país de los faraones. Varias diferencias distancian el caso de Túnez del de Egipto. La primera que viene a la mente es que el Ejercito de Túnez es relativamente débil, y no una fuerza dominante en la escena política. Por otra parte, cuando tuvieron que  enfrentarse al descontento generalizado, los islamistas de Túnez accediern a renunciar al poder y a ser parte en un diálogo nacional, a diferencia de los Hermanos Musulmanes, que decidieron recurrir a un decreto que otorgaba poderes exhorbitados al entonces Presidente Morsi. Ennahda también decidió en un momento dado que era necesario reconocer públicamente que una democracia no puede tolerar el asesinato político , mientras que las fuerzas de la Hermandad atacaron descaradamente y en varias ocasiones a manifestantes a lo largo del invierno pasado.

Al mismo tiempo, la población de Egipto está compuesta tanto de musulmanes como de cristianos, minorías que han sido a menudo objeto de ataques violentos, una situación tremendamente diferente a la existente en Túnez, que se caracteriza por una composición homogénea desde el punto de vista religioso y confesional. A diferencia de Egipto, en Túnez hay un fuerte movimiento pro – estado civil, que se ha ido construyendo durante los últimos años, gracias a una posición de respeto por parte del régimen. Pero la diferencia más importante radica en el hecho de que ha tenido lugar una auténtica reconciliación entre islamistas y fuerzas seculares, que han aceptado unirse para ratificar un compromiso unificado por la democracia, para garantizar y sostener el legado de Habib Bourguiba. ¿No resulta irónico que, mientras que la institución secular liderada por Bourguiba era antidemocrática, el gran logro constitucional de hoy ha hecho que su legado represente un logro democrático?

Tres años después de su Revolución, Túnez ha dado a luz a una cultura de traspaso pacífico del poder, donde la transición al próximo gobierno vendrá decretada por las urnas y no por las balas. La Asamblea Constituyente estalló de júbilo una vez el texto fue adoptado, marcando un hito democrático para la cuna de la Primavera Árabe. El Presidente Moncef Marzouki gritó después de firmar la Constitución “el gobierno y la oposición han ganado. Túnez ha ganado.”