Las familias y allegados de víctimas de los atentados del 11 de setiembre de 2001, cuyo 15º aniversario se conmemora el domingo, podrán demandar ante la justicia estadounidense a otros países, como Arabia Saudita, según una ley aprobada el viernes por el Congreso de Estados Unidos.
Quince de los 19 autores de los ataques eran saudíes. El proyecto de ley, rechazado por Riad, debe ser todavía sancionado por el presidente estadounidense Barack Obama, quien ya había expresado su oposición a tal medida, puesto que contradice el principio de inmunidad.
El principio de inmunidad soberana protege a los estados de demandas civiles o criminales.
"Esta iniciativa cambiaría una ley internacional de larga data sobre la inmunidad soberana y el presidente de Estados Unidos mantiene la preocupación de que esta propuesta haga a Estados Unidos más vulnerable ante otros sistemas judiciales en el mundo", había afirmado el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest en mayo pasado, luego de que el Senado aprobara el proyecto por unanimidad.
Bajo la ley actual, las víctimas de terrorismo pueden demandar solamente a los países oficialmente designados por el Departamento de Estado como patrocinadores del terrorismo, como Irán y Siria.
No se ha probado la existencia de una complicidad oficial de Arabia Saudita en los ataques de Al Qaida y el reino nunca ha sido implicado formalmente.
En febrero pasado, Zacarias Moussaoui, apodado el 20º secuestrador, dijo a abogados estadounidenses que miembros de la familia real saudí donaron millones de dólares para Al Qaida en los años 90.
La embajada saudí negó las acusaciones de Moussaoui, pero sus acusaciones reavivaron el debate sobre si el gobierno de Obama debe hacer pública una sección de 28 páginas del Informe de la Comisión 9/11.
Los documentos fueron publicados a mediados de julio. Muestran que aunque Estados Unidos investigó los nexos entre el gobierno de Arabia Saudita y los ataques del 11/9, hubo muchas sospechas pero no prueba
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