(Pienso, hablando legalmente, que hay una razón muy sólida para enjuiciar a todo presidente norteamericano desde la segunda guerra mundial. Todos han sido francos criminales o han estado involucrados en serios crímenes de guerra.) Chomsky

Wednesday, July 01, 2015

Las sombras de la historia oficial de Estados Unidos -

Las sombras de la historia oficial de Estados Unidos - Esglobal - Política, economía e ideas sobre el mundo en español



Trabajadores ultiman el esceranio donde Barack Obama dará un discurso. Saul Loeb/AFP/Getty Images.
Trabajadores ultiman el esceranio donde Barack Obama dará un discurso. Saul Loeb/AFP/Getty Images.
Una visión crítica de la política estadounidense del último siglo de la mano del  cineasta Oliver Stone y el historiador Peter Kuznick.
La historia silenciada de Estados Unidos
Oliver Stone y Peter Kuznick
1.053 páginas
La Esfera de los Libros, 2015
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El libro La historia silenciada de Estados Unidos, escrito por el cineasta Oliver Stone, ganador de un Óscar de la Academia, y el historiador Peter Kuznick, director del Instituto de Estudios Nucleares de la American University de Washington, tiene como objeto cuestionar la historia oficial de EE UU, que es la que se enseña en los colegios a la mayoría de los ciudadanos.
El libro es un extenso volumen de 14 capítulos y su publicación sirve de complemento a la serie documental de televisión, aportando en este caso numerosas notas y un extenso índice onomástico y temático, que de hecho ocupan la décima parte del libro. Como Stone y Kuznick afirman en el prólogo, esta historia se presenta mítica y legendaria, pero tras un mínimo de investigación en profundidad, aparece contaminada, como el aire que se respira en las grandes ciudades. Su intención inicial es comprender por qué el resto del mundo nos mira como nos mira –en referencia a la política exterior estadounidense–, un primer gesto para poder cambiar esta realidad y hacer un mundo mejor.
Efectivamente, todo pueblo es esclavo de su concepción del pasado y rara vez se da cuenta de hasta qué punto su forma de entender la historia determina su comportamiento en el presente. La comprensión de la historia define la idea de lo concebible, de lo realizable. Para los autores este es el motivo de que muchos estadounidenses hayan dejado de imaginar un mundo radicalmente distinto y mejor que el que conocemos. Desde este punto de partida, la obra pretende analizar los grandes acontecimientos, que van desde la Guerra de Secesión hasta la actualidad, a través de un prisma crítico y constructivo, abordando una serie de decisiones que han marcado la reciente historia del mundo.
Entre los maravillosos logros y las terribles decepciones, se centran en los errores porque los grandes aciertos, afirman, ya han sido glorificados. Las preguntas que se hacen a la hora de plantearlos son, entre otras, el gasto de defensa, el arsenal nuclear, la acción exterior, la brecha social entre ricos y pobres, la falta de política social, las deficiencias laborales y de política interior, los obstáculos para el desarrollo, o la obsesión por la seguridad.
Numerosas son las críticas contra la política de defensa estadounidense, el expansionismo de sus bases militares con presencia en todas las regiones del planeta, el gasto en la industria armamentística y aeroespacial, el potencial nuclear, el uso indiscriminado de los drones o los sistemas de vigilancia, interceptación y seguimiento. En este aspecto, es oportuno mencionar que Oliver Stone se alistó en el Ejército y se presentó voluntario para combatir en Vietnam, donde prestó servicio 15 meses y le hirieron en dos ocasiones, y que fue condecorado con la Estrella de Bronce al valor en combate y con el Corazón Púrpura con Hojas de Roble. Quizá las afirmaciones que hace sobre estas realidades compense la falta de información y criterio que los medios de comunicación manifiestan, con el lógico efecto en la ignorancia de una audiencia masificada. De esa forma, la superioridad militar refuerza y manifiesta la superioridad moral, expresada en las urnas y en el apoyo incondicional del pueblo estadounidense a su presidente.
Los temas abordados comienzan en la Primera Guerra Mundial, cuyo primer centenario se ha celebrado recientemente, y la decisión del presidente Thomas Woodrow Wilson de abandonar la neutralidad, intervenir en el conflicto europeo y dar un giro a la presencia internacional. El resto de asuntos siguen su curso cronológico hasta la actualidad, dividido en tres partes. El primer bloque abarca del New Deal y la crisis del 29 a la Segunda Guerra Mundial; el segundo se inicia con la bomba atómica y la Guerra Fría, analizando las políticas de Dwight D. Eisenhower, John F. Kennedy, Lyndon Johnson, Richard Nixon y Henry Kissinger –con un amplio espacio dedicado a la guerra de Vietnam–, finalizando con los años de Reagan. El tercer bloque trata sobre el nuevo escenario mundial que se configura tras la caída del Muro de Berlín –“Oportunidades perdidas”– las políticas de George W. Bush, acompañado por la sombra de Dick Cheney, y de Barack Obama. Esta es quizá la parte más interesante del ensayo, porque ha marcado las agendas electorales de los últimos años.
Si bien las opiniones de Kuznick y Stone sobre la era Bush son por todos conocidos –“En Irak se han abierto las puertas del infierno”– , sorprende el espacio dedicado a Obama, capítulo titulado “La gestión de un imperio perdido”. Si bien se presentaba como la antítesis de Bush, el presidente elegido por una euforia popular como alternativa de cambio, se ha manifestado mucho peor. En lugar de ser una oportunidad de redención, una esperanza contra el imperialismo, el militarismo, la degradación medioambiental, el desarrollo de las armas nucleares y un sistema económico y social que generaba enormes desigualdades, las decisiones de Obama han ido perpetuando estas “prácticas predatorias”. Numerosos son los datos y las cifras que confirman cómo se han ido ahogando las libertades civiles, los límites hacia el poder del Ejecutivo y su enorme aparato de vigilancia y seguridad. Acusado de astuto y cínico, el candidato supo de nuevo aprovechar la opción del “por si acaso” de quienes todavía esperaban estos cambios, logrando alcanzar unos niveles de impopularidad de difícil solución. “Pero ¿quién es este hombre blando y tímido que no parece defender con convicción nada en particular?”, se preguntan. Los temas abordados son la situación de Wall Street, la crisis financiera, las desigualdades de la renta, la reforma del sistema sanitario, el medio ambiente, la política de seguridad nacional, antiterrorista y política exterior. En este tema se señalan 10 atribuciones del Gobierno, desde los atentados de las Torres Gemelas y el Pentágono, que continúan vigentes a día de hoy.
Creo que la intención de cuestionar el discurso oficial no tiene como objetivo únicamente la revisión histórica, sino la opción política. El libro y el documental tratan de un claro mensaje hacia Obama y la esperanza de un cambio. Por diversas razones, no ha cumplido muchas de sus promesas. Se publica, además, en un momento en que, poco a poco, la supremacía estadounidense empieza a bajar el telón. Sus autores se preguntan si hay alguna posibilidad de que pudiera sufrir la misma conversión por la que pasó Kennedy, y si se ha dado cuenta del flaco favor que el militarismo y el imperialismo han hecho al pueblo de EE UU y al resto del mundo.
Quizá los republicanos más rígidos, los demócratas más conservadores o, incluso, los propios asesores que él mismo ha elegido, se lo han impedido. O quizá, haya que tener en cuenta los intereses del resto de actores del tablero mundial para comprender ciertas decisiones del eje Casa Blanca-Pentágono. La última década confirma que la democracia estadounidense está sofocada por el imperativo de la seguridad nacional y que los retos a los que se enfrenta, tanto del interior como del exterior, implican un cambio de paradigma en la forma de hacer política o bien continuar con el guión de la historia silenciada que en esta obra se denuncia.