algo aquí y allá. Ruge la miseria bajo la estúpida riqueza
hecha añicos en forma de dinero, dinero, cromos
para infantiloides saqueadores, ¿Que hacer?
El asco y la impotencia se acumulan haciendo peligrar la paciencia.
Arde la esperanza, los de arriba hablan de paz y los de abajo
contamos los días. Si la prosperidad su trompeteo, los humildes
se recogen bajo la desolación inabarcable de las baratijas.
Los corazones tiemblan en las ramas de los sueños.
La cordura corre por las orillas donde la luz anida.
¿que hacer? Hay titiriteros que adelgazan e las estribaciones
de los Grandes Almacenes, los Escaparates hielan el alma
de las madres muertas de pena, una enorme nube toxica
se extiende sobre los cultivos de amapolas, palabra transgenicas
reducen las esperanzas de vida, los cultivos languidecen
bajo los efluvios de Wall Street, un Crematoria de Babel
se eleva, crece sobre un ejercito de niños, que guardan sus ojos
el el Alba que le arrebatamos. Un mar sin prisa lame los esqueletos
que su orilla amontona La Rentabilidad de la Miseria.
Oímos sin remedio como los responsables, los Financieros,
Los Banqueros, sus legisladores, los Gobernante, sus Ejercitos
Privados de Agua Negras, sus Mercaderes, los Esquiroles,
Los inversores de venenos, las Sagradas Corporaciones, Las
Religiones de Dioses Vendidos o Resignados, los Traficantes
de Almas, y los Traficantes de Trabajo, los globalizados
especuladores, las Putas Iglesias Transnacionales S.A.
Las Mafias de los Escombros, todos, todos proclaman
Paz, Democracia, Bienestar, Prosperidad, mientras en los Bunkers
De espaciales diseños, como perfumerias, se amenazan con dentelladas
Bajo un Clima Propicio para el Gran Negocio de La Hecatombe.
Tendríamos que mandarlos definitivamente a la Mierda?
Nos piden encarecidamente que no insultemos, que no nos violentemos,
que el camino es el dialogo y el respeto. Y nosotros les contestamos:
Sabemos que NO SE PUEDE VIVIR SIN AMAR, y nos predican
con el ejemplo: Guerras sin fin, invasiones de países pobres, destrucción
de los bosques espantados, saqueo de materias cuyo valor desconocemos
sometidas a subastas y pujas que nos dejan los días en los huesos.
Copenhagüe, decimos Copenhagüe y se nos hiela el corazón:
Cientos y cientos de detenidos, jóvenes y mayores, mujeres y hombres,
en el corazón de Europa. Disolución brutal de la Resistencia ante la muerte,
y de la alegría que crece cuando unidos vislumbramos un mundo mejor.
Y el asco y la impotencia crece, la rabia se extiende como la hierba.
Antes de que el incendio se propague debemos obligarles
a que entren en razón: Escupir sobre sus Altares ensangrentados,
Hacer que nos escuches, tomar partido, invadir las calles,
bailar sobre las tumbas de sus Pesadillas de Codicia. ¡¡¡ESCUCHAR LA TIERRA!!!!
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