Grecia, el pueblo griego toma la iniciativa ante la sangrienta actitud de los poderes financieros a nivel mundial. Esos mismos medios financieros especulativos que han llevado al mundo a esta situación de crisis insostenible, pretenden solucionar la misma aplicando la misma lógica que han utilizado durante estos años para sembrar el mundo de cadáveres y someterlo a una pauperizacion terrible.
Ante tal situación el pueblo griego, tanto las capas populares como aquellas otras que conforman la clase media, profesionales, intelectuales, funcionarios, etc, han tomado las calles para decir claramente que no están dispuestos a consentir que la enorme ruina en la que han sumido a Grecia, la tengan que pagar los que han sido victimas impotentes del saqueo y la corrupción en la que esta sumido el país.
Lo que sucede en Grecia no es algo exclusivo, el mismo panorama catastrófico presentan España, Portugal, Irlanda, incluso Italia, por no hablar de las antiguas repúblicas ex sovieticas dañadas por el raparto criminal de sus riquezas entre la casta burocrática del antiguo regimen.
Todo ello nos debe hacer pensar en situaciones semejantes a corto plazo en nuestros propios países.
Es urgente prepararse para resistir las falacias y mentiras con las que preparan sangrantes vueltas de tuerca que harán de nuestras vidas un espantajo de lo que hasta el momento se vendió como felices sociedades de consumo ilimitado, donde la especulación, el enriquecimiento fácil, la falta de productividad, el crecimiento de sectores económicos puramente especulativos, han hecho de nuestras sociedades, sociedades espectaculares, absolutamente vacías, con una rampante y miserable abundancia, donde unos cuantos acumulan enormes fortunas ante el empobrecimiento y el deterioro de las condiciones de vida del resto.
La huelga General se hace imprescindible, organizar la resistencia a largo plazo y dar cabida a cambios de mentalidad que hagan posible formas económicas razonables, basadas en el bienestar de la mayoría, donde la tecnología este al servicio de la mejora de las condiciones vitales.
Es evidente que este sistema, que hoy impera de modo exclusivo en el mundo, podemos diferenciar, tal vez, las economías de India y China, que encabezan países con economías emergentes y de algun modo, por sus poblaciones y su historia están en condiciones de disentir de la norma general, pero el sistema Capitalista imperante se descubre absolutamente ineficaz para resolver los problemas gravisimos que la propia lógica de su crecimiento ha creado.
¿Que hacer?, Pensar de nuevo el mundo, la vida, apostar por un menor consumo de inútiles espejos y abalorios que como los españoles hicieron con los indígenas americanos ahora nos atrofian y ahogan, desde los escaparates repletos ante los cuales languidece el ser humano, el ser humano como proyecto?
La situación a la que estamos abocados se dibuja llena de sufrimiento y escasez de lo esencial. La impotencia y la rabia en la que nos arrojan "nuestros" dirigentes, sera inevitablemente combustible del incendio previsible.
No somos nosotros los que tenemos que dirimir si tomamos lo que sin alternativas nos imponen, son ellos, los poderes financieros, y sus administradores, los Estados los que van a tener que elegir entre escucharnos o la rebelión, rebelión de impredecibles consecuencias, y de la que ignoramos la forma que tomara.
Ante tal situación o pobo grego, tanto as capas populares como aqueloutras que conforman a clase media, profesionais, intelectuais, funcionarios, etc, tomaron as rúas para dicir claramente que non están dispostos a consentir que a enorme ruína na que sumiron a Grecia, téñana que pagar os que foron victimas impotentes do saqueo e a corrupción na que esta sumido o país.
O que sucede en Grecia non é algo exclusivo, o mesmo panorama catastrófico presentan España, Portugal, Irlanda, ata Italia, por non falar das antigas repúblicas ex sovieticas danadas polo raparto criminal das súas riquezas entre a caste burocrática do antigo regimen.
Todo iso débenos facer pensar en situacións semellantes a curto prazo nos nosos propios países.
É urxente prepararse para resistir as falacias e mentiras coas que preparan sanguentas voltas de porca que farán das nosas vidas un espantajo do que ata o momento vendeuse como felices sociedades de consumo ilimitado, onde a especulación, o enriquecemento fácil, a falta de produtividade, o crecemento de sectores económicos puramente especulativos, fixeron das nosas sociedades, sociedades espectaculares, absolutamente baleiras, cunha rampante e miserable abundancia, onde uns cantos acumulan enormes fortunas ante o empobrecimiento e a deterioración das condicións de vida do resto.
A folga Xeral faise imprescindible, organizar a resistencia a longo prazo e dar cabida a cambios de mentalidade que fagan posible formas económicas razoables, baseadas no benestar da maioría, onde a tecnoloxía este a o servizo da mellora das condicións vitais.
É evidente que este sistema, que hoxe impera de modo exclusivo no mundo, podemos diferenciar, talvez, as economías de India e China, que encabezan países con economías emerxentes e de algun modo, polas súas poboacións e a súa historia están en condicións de disentir da norma xeral, pero o sistema Capitalista imperante descóbrese absolutamente ineficaz para resolver os problemas gravisimos que a propia lóxica do seu crecemento creou.
Que facer?, Pensar de novo o mundo, a vida, apostar por un menor consumo de inútiles espellos e abelorios que como os españois fixeron cos indíxenas americanos agora nos atrofian e afogan, desde os escaparates repletos ante os cales languidece o ser humano, o ser humano como proxecto?
A situación á que estamos abocados debúxase chea de sufrimento e escaseza do esencial. A impotencia e a rabia na que nos arroxan "os nosos" dirixentes, sera inevitablemente combustible do incendio previsible.
Non somos nós os que temos que dirimir se tomamos o que sen alternativas nos impón, son eles, os poderes financeiros, e os seus administradores, os Estados os que van ter que elixir entre escoitarnos ou a rebelión, rebelión de impredicibles consecuencias, e da que ignoramos a forma que tomase.
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