Misión imposible y el fin del ciclo hegemónico de EE.UU. en Iraq
por el 30-06-2014Posted: 30 Jun 2014 12:05 AM PDT
La estabilidad y mantener su hegemonía en la región de Medio Oriente hoy es una tarea casi inalcanzable no solo para la administración Obama, sino que futuros gobiernos también estarán en la pendiente descendente del Ciclo Hegemónico de Estados Unidos. A la crisis en Siria, el estancamiento de las negociaciones del conflicto árabe-israelí hoy se suma un nuevo componente de inestabilidad: la crisis en Iraq.
Iraq, luego de su “reconstrucción” se organizó en una República Parlamentaria. Cuenta con Presidente y Primer Ministro, una Constitución que fue modificada en dos oportunidades y su base jurídica es el Islam, que incluso prima sobre la Constitución del país. El 85% de la población es musulmana de los cuales el 60% es Chií y el 40% restante es Suní, abiertamente opositor al actual gobierno. La zona oeste y norte del país cuenta con recursos petroleros que son de alto nivel estratégico para países como Estados Unidos y China; al mismo tiempo Iraq se constituye como el segundo productor mundial luego de Arabia Saudita.
Estados Unidos posee en Bagdad su embajada más grande con un personal estimado en 15.000 personas (entre personal diplomático, de seguridad y contratados). El gasto anual de la administración Obama ronda los 10 millones de dólares. En cuanto a su situación de entorno religioso Iraq es un país con mayoría chiíta al igual que su gobierno (lo mismo que Irán). Siria es de mayoría sunita con gobierno chiíta y Arabia Saudita posee mayoría sunita (Wahhabismo) y gobierno sunita.
Orígenes del problema actual en Iraq
En 2005, las primeras elecciones que se celebraron desde la caída de Saddam Husein, fueron ganadas por una coalición política chiíta, la Alianza Unida Iraquí. En el 2006 asume como Primer Ministro Nuri al-Maliki un antiguo miembro del Partido Islámico Dawa, de origen chiíta.
En 2010 se celebraron nuevas elecciones parlamentarias. Al-Maliki se presenta con una nueva organización política denominada “Coalición de Estado de Derecho”, la cual es vencida por Iyad Allawi (chií). Esas elecciones pretendieron ser impugnadas por al-Maliki que se negaba a entregar el poder a lo que se sumó una actitud indiferente de la Corte Suprema cuando este anunció una posible fusión de los distintos partidos chiítas en el Parlamento con la finalidad de que sea el elegido para conformar gobierno.
Finalmente la Corte Suprema resuelve como ganador a Allawi; no obstante al-Maliki obtiene esa mayoría parlamentaria y exige que el derecho de conformar gobierno sea adjudicado a él, simplemente por liderarla. Luego de una serie de acuerdos políticos es elegido Primer Ministro y Talabani (kurdo) conserva la Presidencia por un periodo más; dejando a Allawi sin poder explotar su victoria electoral.
Al asumir el mandato renovado, al-Maliki conforma su gabinete pero se reserva las carteras de Defensa e Interior, lo cual fue interpretado como un intento de suma del poder público. Utilizó su titularidad en ambos ministerios para perseguir a los sunitas en el norte del país. Durante su gobierno no tuvo la intención de integrarlos a la conducción política del Estado; incluso su política tuvo como objetivo disgregar y enfrentar entre sí a las facciones pertenecientes a esa rama del Islam; logrando de esta manera que el resentimiento ante el gobierno, en general, y ante los chiítas en particular se exacerbaran cada vez más.
En 2011 la administración Obama anuncia que retiraría finalmente las tropas del territorio de Iraq, dejando a la suerte del gobierno local no solo la conducción política, sino también las de aquellas actividades vinculadas al control de la insurgencia y de las actividades de los grupos yihadistas. Los motivos fueron numerosos, y no hacen al presente artículo. Si es necesario mencionar que al-Maliki inicialmente no estuvo de acuerdo porque se consideraba incapaz de controlar el país desde el punto de vista de la seguridad.
La crisis de junio de 2014
Una organización extremista denominada “Estado Islámico de Iraq y Levante” (EIIL) comenzó sus operaciones de guerrilla en contra del Estado de Iraq y concretamente en contra de las fuerzas policiales y militares. Dos aspectos son notables en su accionar: el primero es que sus actividades no sólo tienen objetivos locales sino que forman parte de un plan mayor vinculado también a la guerra civil en Siria; que de igual manera enfrenta las dos ramas del Islam y en la que EIIL participa activamente en contra del gobierno de al-Assad (alawita). El segundo aspecto es que sus operaciones tuvieron rápidos éxitos militares ya que contó con el apoyo de la población sunita local y de la llamativa parálisis de las fuerzas policiales y militares de Iraq, donde incluso algunos comandantes directamente decidieron retirarse de la zona. El EIIL, liderado por Abu al-Baghadi, se apoyó en el descontento cosechado por al-Maliki en la población sunita para actuar obtener legitimidad. Por su parte, el Primer Ministro acusa a Arabia Saudita de estar detrás de EIIL.
¿Qué ocurrirá en Iraq?
¿Que variables podemos analizar en todo este escenario planteado? En primer lugar podemos esperar una disputa en el seno de las organizaciones yihadistas por el liderazgo regional “anti-occidental”; especialmente entre al-Qaeda y “Estado Islámico de Iraq y Levante”, lo cual a mi criterio sería la verdadera amenaza a la estabilidad regional.
En segundo lugar notamos un incremento en la pérdida de influencia de Estados Unidos en la región. La clara incapacidad de Obama, que confía en un Kerry superado por los acontecimientos, ha conseguido en los últimos años que su espacio vaya cediendo a la influencia de otros actores tales como la Unión Europea y Rusia principalmente. Respecto a los aliados estratégicos locales, también podemos observar un lento pero continuo alejamiento del hegemón por motivos diversos. Israel por la falta de compromiso militar de EEUU en el conflicto que tiene con Palestina; Arabia Saudita por no intervenir en Siria y por abrir el diálogo con Irán. Podemos decir que Obama decidió no utilizar el hard power lo cual se tradujo en una política exterior más perceptiva que coercitiva.
Estados Unidos hoy se encuentra desesperado tanto geopolíticamente como estratégicamente. Kerry realiza anuncios casi de forma diaria, incluso se evalúa la posibilidad de trabajar en conjunto con Irán (otro gran interesado en que la crisis de Iraq no escale aún mas), un país que hasta hace menos de un año amenazaba con invadir. Se dice que en la historia de los grandes imperios, cuando estos se encuentran en el fin de su ciclo hegemónico, las acciones improvisadas y desesperadas comienzan a surgir dejando atrás años de lógica de dominación.
Kerry hoy pide a los jefes sunítas que devuelvan las refinerías de Baiji lo cual pone de manifiesto su desesperación develando el único interés real que tiene la estabilidad en Iraq para Estados Unidos: el petróleo; y buscando un interlocutor no estatal ya que el gobierno iraquí no logra acertar en el clavo. Un gobierno señalado, aceptado, apoyado por Estados Unidos; es decir otro fracaso norteamericano.
Mantener la influencia en Medio Oriente, una estabilidad creíble y sustentable es la misión imposible de Estados Unidos. También será el cierre de su ciclo hegemónico.
[1] Organización yihadista, originalmente vinculada a al-Qaeda hasta febrero de 2014.
Iraq, luego de su “reconstrucción” se organizó en una República Parlamentaria. Cuenta con Presidente y Primer Ministro, una Constitución que fue modificada en dos oportunidades y su base jurídica es el Islam, que incluso prima sobre la Constitución del país. El 85% de la población es musulmana de los cuales el 60% es Chií y el 40% restante es Suní, abiertamente opositor al actual gobierno. La zona oeste y norte del país cuenta con recursos petroleros que son de alto nivel estratégico para países como Estados Unidos y China; al mismo tiempo Iraq se constituye como el segundo productor mundial luego de Arabia Saudita.
Estados Unidos posee en Bagdad su embajada más grande con un personal estimado en 15.000 personas (entre personal diplomático, de seguridad y contratados). El gasto anual de la administración Obama ronda los 10 millones de dólares. En cuanto a su situación de entorno religioso Iraq es un país con mayoría chiíta al igual que su gobierno (lo mismo que Irán). Siria es de mayoría sunita con gobierno chiíta y Arabia Saudita posee mayoría sunita (Wahhabismo) y gobierno sunita.
Orígenes del problema actual en Iraq
En 2005, las primeras elecciones que se celebraron desde la caída de Saddam Husein, fueron ganadas por una coalición política chiíta, la Alianza Unida Iraquí. En el 2006 asume como Primer Ministro Nuri al-Maliki un antiguo miembro del Partido Islámico Dawa, de origen chiíta.
En 2010 se celebraron nuevas elecciones parlamentarias. Al-Maliki se presenta con una nueva organización política denominada “Coalición de Estado de Derecho”, la cual es vencida por Iyad Allawi (chií). Esas elecciones pretendieron ser impugnadas por al-Maliki que se negaba a entregar el poder a lo que se sumó una actitud indiferente de la Corte Suprema cuando este anunció una posible fusión de los distintos partidos chiítas en el Parlamento con la finalidad de que sea el elegido para conformar gobierno.
Finalmente la Corte Suprema resuelve como ganador a Allawi; no obstante al-Maliki obtiene esa mayoría parlamentaria y exige que el derecho de conformar gobierno sea adjudicado a él, simplemente por liderarla. Luego de una serie de acuerdos políticos es elegido Primer Ministro y Talabani (kurdo) conserva la Presidencia por un periodo más; dejando a Allawi sin poder explotar su victoria electoral.
Al asumir el mandato renovado, al-Maliki conforma su gabinete pero se reserva las carteras de Defensa e Interior, lo cual fue interpretado como un intento de suma del poder público. Utilizó su titularidad en ambos ministerios para perseguir a los sunitas en el norte del país. Durante su gobierno no tuvo la intención de integrarlos a la conducción política del Estado; incluso su política tuvo como objetivo disgregar y enfrentar entre sí a las facciones pertenecientes a esa rama del Islam; logrando de esta manera que el resentimiento ante el gobierno, en general, y ante los chiítas en particular se exacerbaran cada vez más.
En 2011 la administración Obama anuncia que retiraría finalmente las tropas del territorio de Iraq, dejando a la suerte del gobierno local no solo la conducción política, sino también las de aquellas actividades vinculadas al control de la insurgencia y de las actividades de los grupos yihadistas. Los motivos fueron numerosos, y no hacen al presente artículo. Si es necesario mencionar que al-Maliki inicialmente no estuvo de acuerdo porque se consideraba incapaz de controlar el país desde el punto de vista de la seguridad.
La crisis de junio de 2014
Una organización extremista denominada “Estado Islámico de Iraq y Levante” (EIIL) comenzó sus operaciones de guerrilla en contra del Estado de Iraq y concretamente en contra de las fuerzas policiales y militares. Dos aspectos son notables en su accionar: el primero es que sus actividades no sólo tienen objetivos locales sino que forman parte de un plan mayor vinculado también a la guerra civil en Siria; que de igual manera enfrenta las dos ramas del Islam y en la que EIIL participa activamente en contra del gobierno de al-Assad (alawita). El segundo aspecto es que sus operaciones tuvieron rápidos éxitos militares ya que contó con el apoyo de la población sunita local y de la llamativa parálisis de las fuerzas policiales y militares de Iraq, donde incluso algunos comandantes directamente decidieron retirarse de la zona. El EIIL, liderado por Abu al-Baghadi, se apoyó en el descontento cosechado por al-Maliki en la población sunita para actuar obtener legitimidad. Por su parte, el Primer Ministro acusa a Arabia Saudita de estar detrás de EIIL.
¿Qué ocurrirá en Iraq?
¿Que variables podemos analizar en todo este escenario planteado? En primer lugar podemos esperar una disputa en el seno de las organizaciones yihadistas por el liderazgo regional “anti-occidental”; especialmente entre al-Qaeda y “Estado Islámico de Iraq y Levante”, lo cual a mi criterio sería la verdadera amenaza a la estabilidad regional.
En segundo lugar notamos un incremento en la pérdida de influencia de Estados Unidos en la región. La clara incapacidad de Obama, que confía en un Kerry superado por los acontecimientos, ha conseguido en los últimos años que su espacio vaya cediendo a la influencia de otros actores tales como la Unión Europea y Rusia principalmente. Respecto a los aliados estratégicos locales, también podemos observar un lento pero continuo alejamiento del hegemón por motivos diversos. Israel por la falta de compromiso militar de EEUU en el conflicto que tiene con Palestina; Arabia Saudita por no intervenir en Siria y por abrir el diálogo con Irán. Podemos decir que Obama decidió no utilizar el hard power lo cual se tradujo en una política exterior más perceptiva que coercitiva.
Estados Unidos hoy se encuentra desesperado tanto geopolíticamente como estratégicamente. Kerry realiza anuncios casi de forma diaria, incluso se evalúa la posibilidad de trabajar en conjunto con Irán (otro gran interesado en que la crisis de Iraq no escale aún mas), un país que hasta hace menos de un año amenazaba con invadir. Se dice que en la historia de los grandes imperios, cuando estos se encuentran en el fin de su ciclo hegemónico, las acciones improvisadas y desesperadas comienzan a surgir dejando atrás años de lógica de dominación.
Kerry hoy pide a los jefes sunítas que devuelvan las refinerías de Baiji lo cual pone de manifiesto su desesperación develando el único interés real que tiene la estabilidad en Iraq para Estados Unidos: el petróleo; y buscando un interlocutor no estatal ya que el gobierno iraquí no logra acertar en el clavo. Un gobierno señalado, aceptado, apoyado por Estados Unidos; es decir otro fracaso norteamericano.
Mantener la influencia en Medio Oriente, una estabilidad creíble y sustentable es la misión imposible de Estados Unidos. También será el cierre de su ciclo hegemónico.
[1] Organización yihadista, originalmente vinculada a al-Qaeda hasta febrero de 2014.
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