Un representante histórico de la oposición siria, Haitham al Malé, ha anunciado este martes su salida del Consejo Nacional Sirio (CNS), uno de los principales grupos opositores constituido en el extranjero, y ha anticipado nuevas deserciones por el “caos” imperante en este bloque.
Al Malé, antiguo juez, ha explicado que “hay mucho caos en el grupo” y ha puesto en duda lo que “puede lograr” tal y como está la situación ahora mismo. “No hemos llegado muy lejos en los trabajos para armar a los rebeldes”, ha citado como ejemplo, en declaraciones a Reuters.
La salida de este opositor vuelve a poner sobre la mesa la unidad de la oposición frente a la política represora de Damasco. La comunidad internacional ha presionado al Consejo Nacional Sirio, la cara más visible de la disidencia a ojos de los gobiernos extranjeros, para que aglutine a los diferentes movimientos.
Sin embargo, la oposición interna no se siente representada por un grupo que ven ajeno a las movilizaciones sobre el terreno, en las que han muerto en un año más de 7.400 personas, según datos de la ONU.
Al Malé ha criticado la falta de transparencia y la organización del Consejo, pese a que él mismo formaba parte de su junta directiva. “He oído muchas quejas sobre la transparencia en el trabajo del CNS y sentí que sería más efectivo si seguía fuera del grupo”, ha explicado en este sentido.
El opositor Kamal al Labwani también ha adelantado su próxima salida de este colectivo, dentro del cual ha llegado a formar su propio bloque bajo la denominación de Grupo Patriótico Sirio. Desde este foro, “estamos llamando a la dimisión colectiva”, ha dicho a Reuters desde Amán.
Futuras deserciones
Ni Al Labwami ni Al Malé han dado cifras de posibles deserciones, pero según este último serán “muchas más”. “Les diría a otros miembros que necesitan analizar la situación por sí mismos y decidir si quieren seguir o irse”, ha indicado este opositor de 81 años. Al Labwami, que quedó libre en diciembre tras seis años en prisión, confía en cerrar próximamente una conferencia mediante la cual crear “un verdadero paraguas democrático para la oposición”, en lugar del “monopolio de poder” actual.
Otro miembro del CNS que ha pedido permanecer en el anonimato ha calculado que unos 80 de los 270 miembros del Consejo planean dimitir. Ha apuntado que podrían tratar de unirse para crear un grupo alternativo cuyo objetivo principal sería armar a los rebeldes y responder a las demandas de los activistas que siguen en Siria.
Al Malé, antiguo juez, ha explicado que “hay mucho caos en el grupo” y ha puesto en duda lo que “puede lograr” tal y como está la situación ahora mismo. “No hemos llegado muy lejos en los trabajos para armar a los rebeldes”, ha citado como ejemplo, en declaraciones a Reuters.
La salida de este opositor vuelve a poner sobre la mesa la unidad de la oposición frente a la política represora de Damasco. La comunidad internacional ha presionado al Consejo Nacional Sirio, la cara más visible de la disidencia a ojos de los gobiernos extranjeros, para que aglutine a los diferentes movimientos.
Sin embargo, la oposición interna no se siente representada por un grupo que ven ajeno a las movilizaciones sobre el terreno, en las que han muerto en un año más de 7.400 personas, según datos de la ONU.
Al Malé ha criticado la falta de transparencia y la organización del Consejo, pese a que él mismo formaba parte de su junta directiva. “He oído muchas quejas sobre la transparencia en el trabajo del CNS y sentí que sería más efectivo si seguía fuera del grupo”, ha explicado en este sentido.
El opositor Kamal al Labwani también ha adelantado su próxima salida de este colectivo, dentro del cual ha llegado a formar su propio bloque bajo la denominación de Grupo Patriótico Sirio. Desde este foro, “estamos llamando a la dimisión colectiva”, ha dicho a Reuters desde Amán.
Futuras deserciones
Ni Al Labwami ni Al Malé han dado cifras de posibles deserciones, pero según este último serán “muchas más”. “Les diría a otros miembros que necesitan analizar la situación por sí mismos y decidir si quieren seguir o irse”, ha indicado este opositor de 81 años. Al Labwami, que quedó libre en diciembre tras seis años en prisión, confía en cerrar próximamente una conferencia mediante la cual crear “un verdadero paraguas democrático para la oposición”, en lugar del “monopolio de poder” actual.
Otro miembro del CNS que ha pedido permanecer en el anonimato ha calculado que unos 80 de los 270 miembros del Consejo planean dimitir. Ha apuntado que podrían tratar de unirse para crear un grupo alternativo cuyo objetivo principal sería armar a los rebeldes y responder a las demandas de los activistas que siguen en Siria.
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